Una insólita situación se vivió en la ciudad tailandesa de Lopburi este fin de semana, cuando una fuga masiva de monos generó caos en una comisaría local y sus alrededores. Cerca de 200 primates escaparon de una jaula en un centro municipal de animales, ubicado a pocos metros de la estación de policía, y rápidamente invadieron calles, casas y el propio edificio de las fuerzas del orden.
La fuga ocurrió la noche del sábado, cuando los monos lograron liberarse de una de las jaulas del centro, que alberga a unos 2,000 ejemplares repartidos en seis grandes recintos. Los oficiales de la comisaría actuaron con rapidez para cerrar puertas y ventanas, evitando que los primates ingresaran al interior del edificio, según informó el Departamento de Relaciones Públicas del Gobierno.
Hasta el lunes, 86 de los monos habían sido capturados o habían regresado voluntariamente a la jaula, mientras que equipos de los departamentos de Prevención de Desastres y Parques Nacionales fueron movilizados para recuperar al resto.
Lopburi, conocida como la "ciudad de los monos", lleva años lidiando con problemas ocasionados por los primates, incluyendo robos y ataques tanto a residentes como a turistas. En mayo, las autoridades implementaron un programa de control de población, que incluyó el confinamiento de miles de monos en el centro municipal.
Durante la pandemia de COVID-19, videos de peleas entre monos se viralizaron, mostrando cómo la escasez de alimentos causada por la falta de turismo exacerbó el comportamiento agresivo de los animales.
El incidente más reciente ha encendido nuevamente el debate sobre cómo manejar la sobrepoblación de monos en Lopburi. Si bien los animales son un símbolo cultural y un atractivo turístico, los frecuentes conflictos con la población han planteado la necesidad de soluciones más efectivas y sostenibles.
Por ahora, las autoridades continúan con la búsqueda de los primates restantes, mientras los residentes intentan volver a la normalidad tras el inesperado caos.