Con el reciente triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, México enfrenta un panorama complicado en su relación con su vecino del norte. Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierten sobre los impactos en migración, seguridad y comercio, además de subrayar la necesidad de una política exterior más sólida y estratégica.
En el marco de la mesa de análisis *Implicaciones de la elección presidencial en Estados Unidos: Minorías, migración, seguridad y economía*, Silvia Núñez García, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), enfatizó que la vecindad con Estados Unidos es una condición ineludible para México.
“Estamos condenados a ser vecinos. No podemos renunciar a esto, pero nuestra relación debe basarse en un nuevo proyecto de política exterior que hoy está en la lona”, señaló Núñez. La académica también destacó que, en administraciones pasadas, México abandonó su papel como actor clave en el escenario internacional, lo que ahora debe recuperarse.
Además, Núñez advirtió sobre la importancia de prepararse para navegar en un entorno político impredecible, donde los intereses de Estados Unidos, independientemente de la administración, frecuentemente subordinan a México.
Mariana Aparicio Ramírez, del Observatorio de la Relación Binacional México-Estados Unidos, subrayó que la política migratoria de Trump podría traer severas implicaciones para México. Desde el sellado de la frontera hasta deportaciones masivas, el país debe anticiparse a una situación de alto impacto social y económico.
“Es viable que Trump cumpla con su discurso de detener la migración. México tiene que estar preparado para el retorno en masa de mexicanos y otros latinos”, afirmó Aparicio. Además, planteó el riesgo de que los cárteles de la droga mexicanos sean clasificados como grupos terroristas, lo que podría generar tensiones adicionales en la frontera.
Claudia Maya López, también del CISAN, resaltó la vulnerabilidad económica de México ante las políticas proteccionistas de Trump. “Más del 80% de nuestro comercio depende de Estados Unidos. Si se imponen aranceles, el impacto será devastador”, explicó.
Para mitigar los efectos de eventuales deportaciones masivas, Maya propuso estrategias como la integración de los retornados al mercado laboral agrícola, el fortalecimiento del empleo y mayores inversiones en infraestructura.
Tomás Milton Muñoz Bravo, del Centro de Relaciones Internacionales (CRI), advirtió sobre el aumento de la violencia contra minorías en Estados Unidos, impulsada por el discurso antiinmigrante de Trump. En su primer mandato, los actos de odio contra minorías crecieron un 30%, una tendencia que podría continuar.
Además, señaló que programas como DACA y la recepción de asilados estarán en riesgo, mientras que las políticas migratorias endurecidas afectarán a miles de familias.
Los expertos coincidieron en que México necesita replantear su política exterior. Revertir la reducción de recursos a los consulados y transformarlos en defensorías efectivas, así como fortalecer las capacidades del servicio diplomático mexicano, son acciones urgentes para enfrentar los desafíos que plantea la administración Trump.
El análisis concluyó con un llamado a construir una estrategia integral que permita a México defender sus intereses y proteger a sus connacionales en un contexto adverso y en constante transformación.