En el marco del **“Foro 20.20 UNAM Encuentro Multidisciplinario”**, celebrado en la Sala 1 del auditorio de la Unidad de Posgrado, especialistas abordaron los grandes retos del bachillerato en México, destacando la relevancia de la comunicación emocional como eje central en la formación integral de los estudiantes.
María Dolores Valle Martínez, directora general de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) de la UNAM, enfatizó que un entorno educativo emocionalmente seguro permite a los estudiantes sentirse valorados y comprendidos, lo cual fomenta el aprendizaje significativo.
“Esto crea un puente entre lo cognitivo y lo afectivo, promoviendo una enseñanza que va más allá de la memorización, centrada en la comprensión profunda”, señaló Valle Martínez. Asimismo, sugirió la implementación de diagnósticos iniciales para identificar competencias socioemocionales, mentorías en el aula, y la creación de una comunidad práctica que integre recursos y materiales de apoyo.
Benjamín Barajas Sánchez, director general del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), destacó que cada generación de jóvenes representa una renovación de la utopía. En tanto, Araceli Mejía Olguín, coordinadora académica del CCH, resaltó los ajustes en los planes de estudio, los cuales incorporan la perspectiva de género, sustentabilidad y formación para la ciudadanía.
“La transversalidad entre materias permite una comprensión más integral del mundo, mientras que la inclusión de valores como el respeto y la igualdad refuerzan la formación de ciudadanos comprometidos con su entorno”, afirmó Mejía Olguín.
La académica Leticia Cano Soriano, de la Escuela Nacional de Trabajo Social, subrayó la importancia de fortalecer el tejido social en la formación estudiantil. Según Cano, el bachillerato brinda una oportunidad única para fomentar valores como la inclusión, la cultura de paz y la resolución no violenta de conflictos.
“Establecer diálogos y acuerdos nos permite crear comunidades basadas en el respeto a las diversidades y la perspectiva de género. Las redes sociales de apoyo son esenciales para esta tarea”, añadió.
El evento, moderado por Arcelia Lara Covarrubias, coordinadora del Consejo Académico del Bachillerato, evidenció la necesidad de reimaginar el papel del bachillerato como un espacio para no solo transmitir conocimiento, sino también para formar ciudadanos con competencias socioemocionales y un compromiso activo con la sociedad.
Este enfoque, según los especialistas, permitirá no solo un aprendizaje más significativo, sino también una mejor preparación para enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio.