La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) confirmó la presencia del virus de influenza aviar AH7N3 en una granja comercial del municipio de Marín, Nuevo León. Aunque la dependencia aclaró que no existe riesgo para el consumo de pollo y huevo, debido a que se trata de un virus distinto al que ha afectado a granjas en otros países de América del Norte, se activaron protocolos sanitarios estrictos para contener el brote.
En respuesta inmediata, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) puso en marcha medidas contra epidémicas, entre ellas el monitoreo constante en la zona perifocal, que abarca un radio de 10 kilómetros alrededor del sitio afectado, y muestreo preventivo en granjas ubicadas en el área focal.
Las autoridades reiteraron que el virus AH7N3 no representa un riesgo para la salud humana, ya que no se transmite por el consumo de productos avícolas, los cuales continúan siendo seguros para la población.
Sin embargo, el Senasica exhortó a todos los productores avícolas, tanto comerciales como familiares, a reforzar las medidas de bioseguridad en sus Unidades de Producción Avícola (UPA), a fin de evitar la propagación del virus a otras granjas.
El organismo continúa trabajando con especialistas y técnicos en el terreno para garantizar el control del brote y proteger la sanidad del sector avícola nacional.