El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, firmó este viernes un decreto que impone sanciones a tres empresas chinas, a las que acusa de participar en el suministro de armamento a la Federación Rusa, lo que marca un nuevo y delicado capítulo en la guerra y en la geopolítica internacional.
Durante una declaración pública, Zelenski afirmó que los servicios de inteligencia ucranianos confirmaron la entrega de pólvora y artillería a las fuerzas rusas por parte de empresas chinas. “Por fin hemos recibido información de que China está suministrando armas a la Federación Rusa. Y estamos dispuestos a hablar de ello en detalle”, declaró el mandatario.
Las compañías señaladas son Beijing Aviation And Aerospace Xianghui Technology, Rui Jin Machinery y Zhongfu Shenying Carbon Fiber Xining, las cuales están relacionadas con el desarrollo y exportación de tecnologías de uso militar o de doble uso.
Desde Pekín, la respuesta fue inmediata. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, negó cualquier implicación en el conflicto: “China nunca ha proporcionado armas letales a ninguna de las partes involucradas. Controlamos estrictamente la exportación de artículos militares y civiles de doble uso”, enfatizó durante una conferencia de prensa.
A la par de las sanciones, Zelenski también reveló la detención de dos ciudadanos chinos que combatían del lado ruso, y aseguró que no se trata de un hecho aislado. “Al menos varios cientos de ciudadanos chinos estaban combatiendo como parte de las fuerzas de ocupación rusas”, denunció el 11 de abril.
Frente a esta situación, el presidente ucraniano ordenó al Ministerio de Exteriores establecer comunicación directa con el gobierno chino para obtener una respuesta oficial sobre la detención de sus ciudadanos y la supuesta implicación empresarial en la guerra.
La relación entre Ucrania y China podría entrar en una fase de confrontación diplomática, lo que pone en entredicho la postura neutral que Pekín ha mantenido hasta ahora en el conflicto. Estas acusaciones no solo podrían afectar la imagen china como mediador, sino también incrementar la presión internacional sobre su rol en la guerra entre Rusia y Ucrania.