Lo que prometía ser otra carrera dominante para Max Verstappen se convirtió en una jornada para el olvido en el Gran Premio de Bahréin 2025. El tricampeón del mundo terminó en un discreto sexto lugar, lastrado por problemas en los frenos, errores en las paradas en boxes y una falta de ritmo general del RB21 que lo mantuvo lejos de la lucha por el podio.
“Desastroso”, así describió Verstappen su desempeño al término de la carrera, dejando en evidencia su creciente frustración. La situación en Red Bull, que hasta hace poco parecía inquebrantable, comienza a mostrar grietas justo después de su victoria en el Gran Premio de Japón una semana antes.
Desde las primeras sesiones de Prácticas Libres en Sakhir, el equipo de Milton Keynes se vio superado por sus principales rivales. Aunque ambos monoplazas lograron meterse en la Q3 por primera vez en esta temporada, Max no pudo exprimir el potencial del auto y en carrera fue víctima de una estrategia que no funcionó: neumáticos duros sin ritmo y fallos en boxes que lo relegaron. Su remontada hasta el sexto lugar fue, más que nada, un acto de talento individual.
En este contexto, crecen los rumores sobre una posible salida de Verstappen de Red Bull, alimentados por la conocida cláusula de rendimiento en su contrato, vigente hasta 2028. El asesor del equipo, Helmut Marko, volvió a encender las alarmas:
“La preocupación es grande. Las mejoras deben llegar pronto si queremos que Max tenga un coche con el que pueda ganar”.
El equipo austriaco deberá reaccionar rápido si no quiere perder a su máxima estrella, en un año que se perfila mucho más competitivo que los anteriores. Por ahora, la presión está del lado de Red Bull, y el reloj ya empezó a correr.