Durante la 97ª entrega de los Premios Oscar, uno de los momentos más comentados no fue una victoria, sino una derrota. Demi Moore, ampliamente favorita por su interpretación en La sustancia, sorprendió a todos por la calma con la que recibió la noticia de que Mikey Madison se alzaba con la estatuilla por Anora. Ahora, la actriz ha revelado por primera vez qué pensó en ese instante.

En una entrevista exclusiva con la revista Time, Moore compartió detalles íntimos de ese momento vivido en el teatro Dolby de Los Ángeles, dejando claro que para ella, el arte y la experiencia trascienden al resultado.

“Me incliné y le susurré a mi mánager: ‘Creo que le toca a Mikey’”, confesó.
“No sé por qué lo supe, pero lo supe. Estaba tan centrada y tranquila. No me sentí desanimada, no sentí nada de eso. Simplemente confié, y sigo confiando, en lo que suceda”.

Moore fue elogiada por su papel protagónico en el thriller dirigido por Coralie Fargeat, una actuación emocional y físicamente desafiante que había conectado fuertemente con el público y la crítica. Aun así, su reacción no fue de desilusión, sino de aceptación profunda.

“Fue una rendición hermosa”, dijo.
“Fue como si se cerrara el círculo de una forma perfecta”.

La actriz también reflexionó sobre la percepción que tiene el público respecto a los premios:

“La gente cree que si no ganas, fracasaste. Pero para mí, estar ahí, compartir esa experiencia y ver a Mikey llevárselo con tanto merecimiento fue hermoso”.

Lejos de los discursos formales, las palabras de Demi Moore ofrecieron una visión madura y humana sobre lo que significa vivir el arte desde la integridad. En una noche donde los focos apuntaban a los triunfadores, ella dejó una de las frases más poderosas de toda la temporada: “Confié en lo que suceda”.

Una lección de humildad y confianza que se queda, incluso después de que se apagan las luces del escenario.