El Papa Francisco reaparece ante los fieles tras semanas de convalecencia

El Papa Francisco reaparece ante los fieles tras semanas de convalecencia

El Papa Francisco reaparece ante los fieles tras semanas de convalecencia El Papa Francisco reaparece ante los fieles tras semanas de convalecencia.

En una emotiva y sorpresiva reaparición, el papa Francisco volvió a presentarse este domingo ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, luego de más de cinco semanas de hospitalización y convalecencia debido a problemas respiratorios. El pontífice, de 88 años, llegó en silla de ruedas y visiblemente debilitado, usando oxígeno a través de unas cánulas nasales, en el marco de la misa del Jubileo de los Enfermos, parte de las celebraciones del Año Santo.

“Buen domingo a todos. Muchas gracias”, dijo con voz breve y frágil, despertando una oleada de aplausos, emoción y gritos de “¡Viva el Papa!” por parte de los asistentes.

Francisco fue hospitalizado el pasado 14 de febrero por una neumonía bilateral que, según fuentes del Vaticano, puso en serio riesgo su vida. Fue dado de alta el 23 de marzo, pero permaneció aislado en la Casa Santa Marta, en reposo y recibiendo tratamiento médico intensivo. Durante ese tiempo, las homilías y discursos fueron leídos por cardenales y otros miembros del clero.

Antes de su aparición en la plaza, el pontífice se confesó en la Basílica de San Pedro, cruzó la Puerta Santa y oró por los enfermos. La misa fue presidida por el arzobispo italiano Rino Fisichella, quien leyó un mensaje preparado por el Papa, centrado en el valor espiritual del sufrimiento y el deber de la sociedad de no excluir a los más frágiles.

“Queridos hermanos y hermanas enfermos, en este momento de mi vida comparto mucho con ustedes: la experiencia de la enfermedad, de sentirnos débiles, de depender de los demás”, escribió Francisco.

El mensaje también hizo un llamado a la inclusión y compasión, y denunció la tendencia de algunas sociedades a marginar a los enfermos o vulnerables. Citó al papa emérito Benedicto XVI, recordando que “una sociedad que no logra aceptar a los que sufren es cruel e inhumana”.

Aunque no pudo hablar largo ni permanecer demasiado tiempo entre la multitud, su presencia física —pese a la evidente fragilidad— fue recibida como un gesto poderoso de cercanía y resistencia espiritual.

“No apartemos el dolor de nuestros ambientes. Hagamos más bien de ello una ocasión para crecer juntos”, fue el mensaje que dejó el Papa a los fieles.

Al finalizar la misa, una mujer leyó un mensaje adicional del pontífice, en el que agradeció con afecto las oraciones por su salud y reiteró su cercanía a todos los enfermos del mundo.

La reaparición del papa Francisco envió un fuerte mensaje sobre la dignidad del sufrimiento, el valor de la fe en momentos difíciles y la necesidad de construir una Iglesia más compasiva e inclusiva.