Una grave crisis de salud pública sacude a Turquía tras la muerte de más de 100 personas en las últimas semanas a causa del consumo de alcohol adulterado. Las ciudades de Estambul y Ankara han sido las más afectadas por esta ola de intoxicaciones, que ha dejado decenas de hospitalizados y ha encendido las alarmas sobre la producción y venta clandestina de bebidas alcohólicas.
Según una investigación de la cadena turca NTV, el metanol, una sustancia altamente tóxica, ha sido el principal causante de estas muertes. Este compuesto, utilizado en la fabricación de productos químicos y disolventes, es comúnmente utilizado por productores clandestinos para adulterar bebidas alcohólicas y reducir costos.
Los altos impuestos sobre el alcohol en Turquía, implementados por el gobierno islamista AKP desde 2002, han encarecido considerablemente estas bebidas, poniéndolas fuera del alcance de muchos consumidores. Esta situación ha generado un mercado negro próspero, donde la producción y venta de alcohol adulterado se ha convertido en un negocio lucrativo.
La vicepresidenta del principal partido opositor, el CHP, Zeliha Aksaz Sahbaz, ha criticado duramente la política fiscal del gobierno, señalando que los altos impuestos son la principal causa de las muertes por alcohol adulterado. "Esta es una crisis de salud pública y el gobierno debe tomar medidas urgentes para resolverla", afirmó Sahbaz.
A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades turcas han sido criticadas por su respuesta tardía y poco efectiva. Aunque se han llevado a cabo operativos para incautar alcohol adulterado y detener a los responsables, el problema persiste.
El presidente de la Plataforma de Vendedores de Alcohol y Tabaco de Turquía, Özgür Aybas, ha denunciado que los altos impuestos sobre el alcohol están fomentando la producción clandestina y poniendo en riesgo la salud de los consumidores. "La culpa de estas muertes es del gobierno, que interfiere en el estilo de vida de la gente", afirmó Aybas.
La crisis del alcohol adulterado en Turquía ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar este problema de manera integral. Es urgente implementar políticas públicas que reduzcan los precios del alcohol legal y combatan la producción y venta clandestina de bebidas adulteradas. Asimismo, es fundamental reforzar los controles sanitarios y educativos para prevenir nuevas tragedias.
La salud y la vida de los ciudadanos están en juego. Es necesario que las autoridades turcas tomen medidas drásticas para poner fin a esta crisis y garantizar la seguridad de los consumidores.