Sinaloa enfrentó ayer lunes una jornada violenta que dejó un saldo de una persona fallecida y cuatro heridas en diferentes incidentes registrados en Mazatlán y Culiacán. Los ataques armados generaron alarma entre la población, afectando viviendas, automovilistas e incluso escuelas cercanas.

El episodio más trágico ocurrió en la colonia **Rincón de Urías** de Mazatlán, donde un hombre fue asesinado cerca de una escuela primaria. Los disparos generaron pánico entre estudiantes y personal escolar, quienes se tiraron al suelo para protegerse.

Horas después, en la colonia **Francisco Villa**, se reportaron disparos contra la fachada de una casa. En el lugar, peritos encontraron al menos **18 casquillos percutidos**, marcando otro acto de violencia en la zona.

Culiacán no estuvo exento de la violencia. En la colonia **Villa Satélite**, hombres armados dispararon contra una vivienda, hiriendo a un joven que tuvo que ser trasladado a un hospital privado. Otro ataque similar se registró en la colonia **Guadalupe Victoria**, donde una casa fue incendiada y posteriormente baleada.

En la colonia **Juan de Dios Bátiz**, un automovilista fue atacado a tiros mientras circulaba. Aunque la víctima sobrevivió, sufrió heridas graves y fue trasladada a un hospital. Más tarde, en el sector **Villa Bonita**, autoridades recibieron reportes de disparos y el presunto secuestro de tres personas. Además, en la misma zona, se encontraron un auto incendiado y otro vehículo con armas en su interior.

La violencia culminó con un ataque armado contra un joven de 21 años en la colonia **Antonio Toledo Corro**, quien fue llevado a un hospital para recibir atención médica.

Estos hechos han encendido nuevamente las alarmas en Sinaloa, un estado que sigue lidiando con altos índices de violencia relacionada con grupos armados. La población exige medidas contundentes por parte de las autoridades para garantizar la seguridad en sus comunidades y prevenir que estos actos se repitan.

Las investigaciones continúan para esclarecer los móviles y dar con los responsables de estos crímenes, mientras los sinaloenses enfrentan una creciente sensación de inseguridad.