Monterrey vivió una noche inolvidable con la primera visita de Paul McCartney a la ciudad, un evento que convocó a miles de fanáticos dispuestos a enfrentarse a largas filas para ver al ícono musical. La entrada, que se retrasó hasta dos horas debido a problemas con el sistema de boletos, generó frustración entre el público, que expresó su molestia con abucheos. Sin embargo, el malestar se disipó al instante en que el ex-Beatle subió al escenario del Estadio BBVA alrededor de las 21:46 horas.
McCartney, de 82 años, abrió la noche con "Hard Day's Night", desatando la euforia de los asistentes. Con su inconfundible estilo, traje oscuro, melena clásica y guitarra en mano, siguió con "Junior’s Farm" y saludó al público en español: “¡Hola, México! ¡Buenas noches, mis regios! ¿Qué habido mi raza?”. Las palabras del británico en un español improvisado conquistaron aún más a los asistentes.
En un emotivo repaso por su discografía y la de los Beatles, McCartney interpretó clásicos como "Drive My Car", "Letting Go", "Come On To Me" y "Getting Better", provocando coros masivos y olas de emoción que hicieron olvidar la ligera lluvia. “My Valentine”, dedicada a su esposa Nancy presente entre el público, fue uno de los momentos románticos de la noche.
La nostalgia envolvió el estadio cuando "Now and Then" rindió homenaje a los Beatles, proyectando imágenes de John Lennon, George Harrison y Ringo Starr. “Esta canción la escribí para mi muy querido compa John”, dijo McCartney al presentar "Here Today". Los homenajes continuaron con "Something", que dedicó a su "carnal George" en honor al fallecido Harrison.
Entre ovaciones y aplausos, el británico dio espacio a una pareja que se comprometió en el escenario, encantando a la audiencia con su espontaneidad. El espectáculo avanzó con éxitos como “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, “Band On The Run” y “Get Back”. McCartney, ondeando las banderas de México, Inglaterra y la LGBTIQ+, concluyó la noche con un icónico repertorio de despedida que incluyó “Let It Be”, “Hey Jude” y “Live and Let Die”, donde las flamas y fuegos artificiales sumaron dramatismo al cierre.
Pasada la medianoche, a las 00:21 horas, el legendario Paul McCartney se despidió de los 49 mil asistentes, quienes sin duda recordarán este evento como una de las noches más memorables en la Ciudad de las Montañas.