El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en colaboración con la organización WRAP, dio a conocer una lista de los diez plásticos más perjudiciales para el medio ambiente en México. Esta iniciativa, enmarcada en el *Pacto de los Plásticos de México*, representa el primer esfuerzo en el país por identificar y priorizar materiales plásticos problemáticos y evitar su fuga al entorno natural.
La guía, desarrollada con la participación de empresas mexicanas, clasifica productos con un alto riesgo de filtración al medio ambiente, presencia de sustancias químicas nocivas y baja reciclabilidad. Entre los materiales mencionados se encuentran plásticos comunes en el uso diario, como botellas de colores u opacas, microplásticos en productos de cuidado personal, envases de poliestireno para alimentos, PVC en productos de embalaje, y popotes desechables. Otros artículos de la lista incluyen aditivos oxodegradables, etiquetas de cloruro de polivinilo, y sobreempaques innecesarios.
Ninel Escobar, directora de cambio climático de WWF México, resaltó la urgencia de abordar esta problemática, señalando que entre 2 y 3.6 millones de toneladas de residuos plásticos terminan en los ríos y océanos cada año en el país. “Los residuos plásticos representan al menos el 60 y hasta el 90 por ciento de la basura en las playas mexicanas”, añadió Escobar en el evento de presentación.
La guía no pretende demonizar el uso de plásticos, sino orientar a las industrias, especialmente de alimentos, bebidas, cuidado del hogar y personal, hacia prácticas más sostenibles. Carolina Fernández, gestora de alianzas internacionales de WRAP, destacó la importancia de este esfuerzo, que convierte a México en el segundo país en Latinoamérica en contar con un listado de plásticos evitables, siguiendo el ejemplo de Colombia.
El *Pacto de los Plásticos de México* propone diversas estrategias para cada artículo de la lista, incluyendo la eliminación, sustitución por materiales menos contaminantes, la reutilización y el rediseño de los productos. Además, hace un llamado a mejorar los procesos de reciclaje y separación de residuos, y a fomentar políticas públicas que impulsen la economía circular.