Una densa niebla envuelve en misterio la desaparición de un avión en el sur del Círculo Ártico. El jueves por la tarde, un Bering Air Caravan, con diez personas a bordo, perdió contacto con los radares mientras volaba de Unalakleet a Nome, Alaska.

Las autoridades locales y federales han desplegado un amplio operativo de búsqueda y rescate, pero las adversas condiciones climáticas y la vasta extensión del territorio ártico complican las labores. El avión, un monomotor turbohélice, despegó de Unalakleet a las 14:37 horas bajo condiciones de baja visibilidad, con niebla, nieve ligera y llovizna helada.

A bordo del avión viajaban nueve pasajeros y un piloto, cuya identidad aún no ha sido revelada. El director de operaciones de Bering Air, David Olson, confirmó que la aeronave operaba a su máxima capacidad. "El personal de Bering Air está trabajando arduamente para recopilar detalles y obtener asistencia de emergencia", señaló.

La Guardia Costera de Estados Unidos ha desplegado un avión de patrulla para revisar la última posición conocida del avión, mientras que la Guardia Nacional y la policía estatal también participan en las labores de rescate. Equipos terrestres buscan a lo largo de la costa, desde Nome hasta Topkok, pero la visibilidad reducida dificulta la tarea.

Este suceso se suma a una serie de incidentes aéreos en Estados Unidos en los últimos días. El 29 de enero, un jet comercial y un helicóptero del ejército chocaron cerca de Washington D.C., causando la muerte de 67 personas. Dos días después, un avión de transporte médico se estrelló en Filadelfia, dejando siete fallecidos.

La comunidad de Unalakleet y el resto de Alaska siguen con atención el desarrollo de esta trágica noticia. Las autoridades han pedido a la población que no organice sus propias expediciones de búsqueda debido a las peligrosas condiciones climáticas.