En un operativo conjunto, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional (GN) y personal de Seguridad de Petróleos Mexicanos (Pemex) localizaron un túnel utilizado para el robo de combustible en la localidad de Teocalco, municipio de Tlaxcoapan, Hidalgo.  

El pasadizo subterráneo, diseñado para extraer hidrocarburos de los ductos de Pemex, tenía aproximadamente cuatro metros de profundidad y estaba equipado con luz eléctrica. Según las autoridades, el túnel contaba con conexiones clandestinas que permitían el robo de combustible de forma discreta.  

Durante el operativo, 12 personas fueron detenidas, acusadas de operar en el lugar. Entre los detenidos, seis eran originarios de Atotonilco de Tula, mientras que los demás procedían de Tulancingo, Tizayuca, el Estado de México y la Ciudad de México.  

En el predio de 150 metros de longitud y 45 metros de ancho, las autoridades aseguraron:  
- Seis tractocamiones con capacidad para almacenar entre 37 mil y 55 mil litros cada uno.  
- Pipas, mangueras y bidones utilizados para el robo de hidrocarburos.  
- Dos armas cortas y siete teléfonos celulares.  

Un video difundido en redes sociales mostró cómo la entrada del túnel estaba camuflada bajo una tarima de madera, destacando el nivel de sofisticación del sistema clandestino.  
 
Los detenidos fueron trasladados a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), donde se determinará su situación jurídica. El predio quedó bajo resguardo de la Sedena y la GN.  

El robo de combustible, conocido como huachicoleo, está tipificado como un delito grave en el Código Penal Federal, con penas de 15 a 25 años de prisión y multas de hasta 25 mil días de salario.  

Hidalgo es uno de los estados más afectados por el robo de combustible debido a la extensa red de ductos de Pemex que atraviesan la región. Este delito ha proliferado en las últimas décadas, alimentado por redes criminales y la complicidad de algunas comunidades.  

La tragedia de Tlahuelilpan, ocurrida en enero de 2019, marcó un punto crítico en esta problemática. Una explosión en un ducto perforado clandestinamente dejó más de 130 muertos. Desde entonces, el gobierno federal ha intensificado las acciones contra el huachicoleo, pero los casos persisten.  

Este reciente hallazgo subraya la complejidad del problema y la necesidad de redoblar los esfuerzos para combatir el robo de hidrocarburos, una actividad que afecta tanto a la economía nacional como a la seguridad de las comunidades.