El serbio Novak Djokovic, uno de los grandes referentes del tenis mundial, dejó abierta la posibilidad de que su participación en el Masters 1000 de Madrid haya llegado a su fin, tras ser derrotado en su estreno de segunda ronda por el italiano Matteo Arnaldi con parciales de 6-3 y 6-4 en apenas una hora y 41 minutos de juego.
“Este podría haber sido mi último partido en Madrid. No sé si volveré. Ahora mismo no lo sé”, confesó Djokovic en conferencia de prensa después de su inesperada derrota. A sus 37 años, el número uno del mundo admitió que ya no experimenta las mismas sensaciones en pista y enfrenta una “realidad bastante nueva” en su carrera.
A pesar de la caída, el serbio reconoció haber disfrutado más del torneo madrileño que de otras competiciones recientes como Montecarlo, aunque lamentó que su nivel “no esté donde le gustaría”. Djokovic explicó que, aunque sus entrenamientos habían sido positivos, “es completamente diferente cuando sales a la pista”.
El múltiple campeón también reflexionó sobre los desafíos que enfrenta a esta altura de su trayectoria: “La sensación que vivo es completamente diferente a la que tuve en más de veinte años de tenis profesional”, apuntó. “Intento usar esto como motor para el futuro”, agregó, destacando que su principal objetivo sigue siendo rendir en los Grand Slams.
Respecto a su participación en el próximo Roland Garros, Djokovic fue realista: “No estoy seguro de si podré ganar en París, pero haré todo lo posible”. También admitió que, a diferencia de años anteriores, no llegará como uno de los principales favoritos, situación que “quizás pueda jugar a su favor”.
Por último, el serbio dejó entrever su afecto especial por Madrid y su cancha central, la Manolo Santana, considerada por él como “la pista que más le gusta del mundo”, aunque advirtió que su regreso al torneo como jugador profesional podría no concretarse. “Volveré, aunque quizá no como jugador”, concluyó emocionado.