Una semana lo cambió todo para Max Verstappen. Luego de obtener su primera victoria en la temporada 2025 durante el Gran Premio de Japón, el piloto neerlandés vivió un fin de semana para el olvido en Bahréin, donde Red Bull enfrentó fallas técnicas y errores en estrategia que lo relegaron hasta el sexto lugar. El desastre encendió las alarmas en el equipo austriaco, tanto por el rendimiento del nuevo monoplaza RB21 como por el incierto futuro de su estrella.
Durante la clasificación, los problemas de frenos dejaron a Verstappen sin opciones, y en carrera sufrió dos malas paradas en boxes que lo obligaron a remar desde el fondo del pelotón. Aunque logró rescatar algunos puntos, el desempeño general encendió los focos rojos sobre la competitividad de Red Bull en 2025.
Más allá del mal resultado, lo que verdaderamente preocupa al paddock es la posibilidad de que Verstappen abandone Red Bull en 2026. Aunque tiene contrato hasta 2028, desde el año pasado se sabe que existen cláusulas de rendimiento que permitirían al piloto salir antes de tiempo si no se cumplen ciertos objetivos, como mantenerse en el Top 3 del Campeonato de Pilotos.
El jefe de equipo, Christian Horner, reconoció la existencia de dichas cláusulas, aunque evitó entrar en detalles: “Mientras le demos un auto competitivo, sabemos cuál es la situación”, declaró recientemente.
Los rumores sobre su salida se han intensificado en las últimas semanas, y ya se barajan posibles destinos. Mercedes y Aston Martin suenan como las escuderías con más posibilidades de fichar al cuatro veces campeón del mundo. Sin embargo, en el caso de Mercedes, hay un obstáculo: George Russell.
Según el medio The Race, Verstappen no estaría dispuesto a compartir equipo con Russell, con quien mantiene tensiones desde el Gran Premio de Qatar. Por ello, para que el traspaso se concrete, Mercedes tendría que reconsiderar la renovación del británico, cuyo contrato termina este año.
Mientras tanto, Motorsport reporta que Mercedes negocia con Russell una extensión de dos años, con un salario estimado de 30 millones de dólares por temporada. Pero si Verstappen queda libre, todo podría cambiar radicalmente.
La situación de Max Verstappen y Red Bull añade una capa de drama extra a la temporada actual. Mientras el neerlandés sigue buscando consistencia con el RB21, su entorno empieza a mirar hacia nuevos horizontes. La decisión final podría depender no solo de los resultados en pista, sino también del equilibrio político y económico en el paddock.
Por ahora, lo único seguro es que el futuro de uno de los pilotos más dominantes de la era moderna está en juego, y cualquier movimiento podría redefinir la parrilla rumbo a 2026.