La final de la Copa Libertadores 2024 quedará grabada como una de las más memorables en la historia del torneo. En un partido lleno de drama y emoción, Botafogo logró su primer título continental al vencer 3-1 al Atlético Mineiro en el Estadio Monumental de Buenos Aires. Este histórico triunfo, que llega en el 120 aniversario del club, consagra al equipo carioca como uno de los grandes del fútbol sudamericano.
Desde el comienzo, parecía que el destino jugaría en contra de Botafogo. Apenas al minuto 1, Gregore de Magalhaes fue expulsado tras una dura entrada sobre Fausto Vera, dejando a su equipo con un hombre menos durante prácticamente todo el encuentro. Sin embargo, la adversidad no frenó a los albinegros.
A pesar del dominio inicial de Atlético Mineiro, Botafogo abrió el marcador al minuto 35 con un gol de Luiz Henrique, quien culminó una brillante jugada colectiva por la banda izquierda. Minutos después, una falta sobre el mismo jugador derivó en un penalti que Alex Telles convirtió con precisión, llevando el partido al descanso con una ventaja de 2-0 para el equipo carioca.
En la segunda mitad, Atlético Mineiro salió decidido a revertir el marcador. Eduardo Vargas ingresó al campo y rápidamente anotó al minuto 46 con un cabezazo tras un tiro de esquina de Hulk, renovando las esperanzas del equipo mineiro. Sin embargo, la defensa de Botafogo, liderada por el portero John, resistió los embates rivales.
El Atlético generó varias oportunidades claras, incluyendo remates de Hulk y un disparo fallido de Vargas al minuto 87, pero no logró empatar. En los minutos finales, un error defensivo del conjunto mineiro permitió que Júnior Santos anotara el tercer gol en tiempo de descuento, sellando la victoria y desatando la celebración de la afición de Botafogo.
Con este triunfo, Botafogo entra al selecto grupo de campeones de la Copa Libertadores, alcanzando la gloria por primera vez en su historia. Además, aseguró su participación en el Mundial de Clubes 2025 y disputará la Copa Intercontinental contra el Pachuca el próximo 11 de diciembre en Doha, representando al fútbol sudamericano en un escenario global.
Este título no solo rompe una sequía histórica, sino que también consolida a Botafogo como uno de los grandes del continente. En un año que parecía destinado a la dificultad, el equipo carioca demostró que la resiliencia y la pasión pueden convertir cualquier adversidad en una victoria inolvidable.