La actriz Ana de Armas ha acaparado las miradas de los medios y redes sociales este jueves, luego de ser fotografiada en Madrid en actitud cariñosa con Manuel Anido Cuesta, hijastro del presidente cubano Miguel Díaz-Canel. Las imágenes, que muestran a ambos compartiendo un beso, han encendido una feroz discusión en línea, desatando una ola de críticas hacia la estrella de Hollywood por su aparente cercanía a una figura vinculada directamente al régimen cubano.

La controversia ha estallado principalmente en plataformas como Twitter y Facebook, donde numerosos usuarios y figuras públicas se han mostrado indignados, acusando a la actriz de ser insensible ante la compleja situación política y social que atraviesa Cuba. En particular, la relación de Ana de Armas con Anido, quien es abogado y asesor de su padrastro, ha sido vista por muchos como una normalización de los vínculos con un gobierno autoritario, conocido por sus violaciones a los derechos humanos.

El vínculo de Manuel Anido con el presidente cubano no es trivial: es hijo de Lis Cuesta Peraza, esposa de Díaz-Canel, y su trabajo lo ha llevado a participar en eventos políticos junto al mandatario, lo que refuerza las acusaciones de un supuesto apoyo tácito al régimen. Si bien Ana de Armas ha evitado hacer comentarios públicos sobre su relación con Cuba y la situación política en la isla, muchos consideran que su vínculo con una figura tan cercana al poder cubano podría interpretarse como una toma de posición o un acto de apoyo implícito.

Los rumores sobre una posible relación romántica entre la actriz y Anido surgieron en mayo de 2024, cuando se reportó que ambos habían pasado más de diez días juntos en Cuba. Aunque Ana de Armas nunca ha confirmado oficialmente el romance, las fotos de Madrid parecen confirmar las especulaciones.

La situación ha dividido opiniones entre los cubanos, muchos de los cuales acusan a la actriz de aprovechar su fama y conexiones en el extranjero mientras mantiene una relación con un miembro de la élite política de la isla. Por otro lado, algunos defensores de la actriz han argumentado que se trata de un asunto personal y que no debería ser utilizado para atacar su carrera o su vida privada.