Qatar anunció el 9 de noviembre la suspensión de su rol como mediador en las negociaciones entre Israel y Hamás para un alto el fuego y la liberación de rehenes. El gobierno qatarí argumentó que ambas partes han mostrado falta de voluntad para llegar a un acuerdo, y no retomará sus esfuerzos de mediación hasta que haya "seriedad y compromiso" por parte de los involucrados. Esta decisión llega en un contexto de creciente presión internacional, especialmente de Estados Unidos, que exigió la expulsión de los representantes de Hamás en Doha.

A través de un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar desmintió los rumores de que Hamás sería expulsado de la capital qatarí. La oficina política del grupo palestino en Doha, que opera desde 2012, sigue siendo un canal crucial para la comunicación y ha sido clave en el establecimiento de ceses al fuego en el pasado. Sin embargo, la falta de avances concretos en las negociaciones, combinada con el rechazo de Hamás a una propuesta de alto el fuego a corto plazo, llevó a la suspensión de los esfuerzos mediadores.

La relación entre Qatar y Hamás ha cambiado en las últimas semanas, especialmente después de la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar. Los funcionarios estadounidenses también han aumentado su frustración con las acciones del gobierno israelí en Gaza, particularmente por la limitada entrada de ayuda humanitaria, lo que ha intensificado las tensiones entre Washington y Tel Aviv.

El papel de Qatar como mediador en el conflicto de Gaza, que ha durado más de un año, ha sido crucial en la región. Su mediación junto a actores como Egipto y Estados Unidos ha sido vital para tratar de encontrar una solución pacífica. Sin embargo, con la suspensión de la mediación, las opciones para un alto el fuego sostenible parecen más inciertas. Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose, con informes de Naciones Unidas alertando sobre posibles hambrunas en el norte de la franja.

Si la relación entre Qatar y Hamás se enfría aún más, otras opciones de refugio diplomático podrían abrirse para el grupo, como Turquía, que ha sido un aliado cercano y ha albergado delegaciones de Hamás en el pasado.