El sábado 9 de noviembre, México y Estados Unidos firmaron la Minuta 331 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un acuerdo clave para la gestión del agua del Río Bravo, conocido también como Río Grande. Este compromiso subraya la colaboración histórica entre ambos países para enfrentar los desafíos ambientales y hídricos en la cuenca de este importante río fronterizo.
Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, destacó la relevancia de este acuerdo al señalar que representa "una cooperación histórica" para resolver los problemas compartidos. Durante su intervención, Salazar recordó que, además de ser socios comerciales clave y compartir fuertes lazos culturales y familiares, ambos países dependen de los recursos naturales del Río Bravo para diversas actividades, como la agricultura y el abastecimiento de agua a las comunidades de ambos lados de la frontera.
El acuerdo establece el compromiso de gestionar de manera responsable y sostenible los recursos hídricos, de modo que se atiendan las necesidades tanto de los usuarios agrícolas como de las comunidades y el medio ambiente. Salazar enfatizó que este paso refuerza la colaboración binacional, enfocándose en la preservación de los ecosistemas y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de las regiones fronterizas.
Con la firma de la Minuta 331, ambos países reafirman su compromiso por una gestión eficiente y justa del agua, un recurso vital en una región que enfrenta retos significativos debido al cambio climático y la creciente demanda de agua.