Las autoridades españolas han dado un duro golpe al narcotráfico internacional al desarticular una importante red del Cártel de Sinaloa en el país europeo. En una operación de gran envergadura, agentes de seguridad detuvieron a 16 personas, entre ellas un químico que trabajaba directamente para "Los Chapitos", hijos del célebre narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán.
La red criminal tenía como epicentro dos sofisticados laboratorios clandestinos ubicados en los municipios de Palomeque y Méntrida, en la provincia de Toledo. En estos lugares, los delincuentes producían metanfetamina y cocaína a gran escala.
Durante los registros efectuados en varias localidades de Madrid y Toledo, las fuerzas de seguridad incautaron una importante cantidad de droga, entre la que destacan 125 kilos de cocaína base, seis kilos y medio de metanfetamina y cerca de 31 kilos de clorhidrato de cocaína. Además, se decomisaron 7.500 litros de precursores químicos y más de 21.000 euros en efectivo.
La investigación se inició a mediados de año tras detectar un punto de narcotráfico en Yuncos, Toledo. Las labores de vigilancia permitieron identificar a los miembros de la organización, aunque la localización de los laboratorios fue especialmente compleja debido a las medidas de seguridad adoptadas por los delincuentes.
El químico detenido, de nacionalidad mexicana, había sido enviado desde su país para expandir las operaciones del cártel en España. Su experiencia en la producción de drogas sintéticas era clave para la organización criminal.
Con esta operación, las autoridades españolas han asestado un duro golpe al cártel de Sinaloa y han enviado un claro mensaje a las organizaciones criminales: su presencia en Europa no será tolerada.