Un reciente estudio de la Universidad de Harvard ha encendido las alarmas sobre los riesgos que enfrentan los adultos mayores. Además de las enfermedades propias de la edad, la soledad crónica podría ser un factor clave en el aumento de accidentes cerebrovasculares (ACV), una de las principales causas de discapacidad y muerte a nivel mundial.

La investigación, que involucró a más de 12 mil adultos mayores de 50 años, reveló una conexión alarmante entre el aislamiento social y un mayor riesgo de ACV. Los participantes, quienes inicialmente no habían sufrido ataques cardíacos, completaron un cuestionario que evaluaba sus niveles de conexión social. A lo largo de varios años, los investigadores monitorearon su salud y registraron 601 casos de ACV hasta 2018.

"Nuestro estudio sugiere que la soledad puede desempeñar un papel importante en la incidencia de accidentes cerebrovasculares", explicó Yenee Soh, autora principal de la investigación. La especialista destacó que, tras la jubilación, la pérdida de seres queridos o el distanciamiento familiar, los adultos mayores enfrentan mayores niveles de aislamiento, lo que aumenta significativamente su vulnerabilidad.

El estudio subraya la urgencia de combatir la soledad como un problema de salud pública. Iniciativas comunitarias, un mayor apoyo familiar y políticas de salud diseñadas para fomentar la interacción social podrían ser claves para reducir el riesgo de ACV y mejorar el bienestar emocional y físico de los adultos mayores.

Ante el envejecimiento de la población, los expertos insisten en la importancia de tomar medidas para garantizar que los adultos mayores mantengan conexiones sociales que les permitan envejecer de manera saludable y activa.