En un día cargado de emociones, Mark Kotsay, mánager de los Atléticos de Oakland, comparó la despedida del Coliseo con una Serie Mundial, a pesar de nunca haber participado en una como jugador o entrenador. Los Atléticos se despidieron de su emblemático hogar, donde han residido desde 1968, en un último partido que quedó marcado por la nostalgia y los recuerdos compartidos.

El encuentro culminó con una victoria de 3-2 sobre los Rangers de Texas, ante una multitud de 46,889 aficionados que se unieron para rendir homenaje a un lugar lleno de peculiaridades, desde problemas de plomería hasta la presencia de zarigüeyas y gatos callejeros en el campo. Conmovido, Kotsay tomó el micrófono tras el juego y agradeció a los seguidores antes de liderar un último cántico de “¡Vamos Oakland!”.

La despedida atrajo tanto a fanáticos de toda la vida como a nuevos seguidores, quienes dejaron de lado sus actividades cotidianas para unirse a la matiné final, que se desarrolló bajo un cielo azul sin nubes. Los Atléticos son ahora el último equipo profesional de Oakland en dejar la ciudad, siguiendo los pasos de los Raiders de la NFL y los Golden State Warriors.

Desde el memorable terremoto de 1989 que interrumpió una Serie Mundial hasta las hazañas de íconos como José Canseco y Mark McGwire, el Coliseo ha sido testigo de innumerables momentos de gloria a lo largo de los años. Cientos de fanáticos aprovecharon sus últimos días en el estadio para capturar fotos y videos, intentando atesorar esos recuerdos que han marcado varias generaciones.

Los Atléticos tienen previsto jugar los próximos tres años en Sacramento, con la esperanza de abrir un nuevo estadio en Las Vegas para la temporada 2028, cerrando así un capítulo en su rica historia en Oakland.