Un grupo de arqueólogos ha realizado un fascinante descubrimiento en las ruinas de Büklükale, situadas cerca del río Kizilirmak, a pocos kilómetros de Ankara, la capital de Turquía. Esta antigua ciudad, que existió durante la era hitita, fue un importante cruce de caminos y mantuvo relaciones con la capital hitita, Hattusa, así como con la familia real de la época.

Durante una reciente campaña de excavación, los investigadores encontraron un sello cuneiforme que advertía: “quien rompa esto, morirá”. Se cree que este sello, utilizado por la familia real hitita, está relacionado con un acuerdo significativo. Los sellos cuneiformes eran comúnmente empleados por los reyes para formalizar contratos, estableciendo penalizaciones en caso de incumplimiento.

El hallazgo ha sorprendido a los expertos, ya que era inusual que las leyes hititas amenazaran con la pena de muerte por romper un contrato. Tradicionalmente, las sanciones incluían multas o compensaciones, lo que hace que este sello sea una excepción notable.

Kimiyoshi Matsumura, del Instituto Japonés de Arqueología de Anatolia, destacó que estos sellos se estampaban en contratos que especificaban las consecuencias por no cumplir los términos establecidos. La aparición de este sello añade una capa más de comprensión sobre la severidad y las prácticas legales de la civilización hitita.

Este descubrimiento se suma a otros hallazgos significativos en Büklükale, incluyendo tablillas hurritas, que han enriquecido la narrativa histórica de la región y ofrecen valiosos conocimientos sobre una de las primeras civilizaciones importantes de Asia Occidental durante la Edad de Bronce.