Richard Plaud, un ciudadano francés, ha pasado los últimos ocho años dedicado a un proyecto monumental: construir una maqueta de la Torre Eiffel utilizando meticulosamente 706,900 fósforos. Sin embargo, su sueño de alcanzar el récord mundial se vio frustrado cuando el Libro Guinness de los Récords Mundiales descalificó su intento, argumentando que los fósforos utilizados no cumplían con los criterios establecidos.
Según el Libro Guinness, los fósforos deben estar disponibles comercialmente y no pueden ser alterados más allá del reconocimiento. Plaud, quien se esforzó en obtener los fósforos adecuados, había llegado a un acuerdo con un fabricante para adquirir cajas de fósforos sin cabeza, lo que le permitió avanzar en su proyecto de una manera más eficiente.
A pesar de la descalificación inicial, el sueño de Plaud aún podría estar vivo. El Libro Guinness ha anunciado que revisará su decisión, reconociendo la posibilidad de haber sido "demasiado severo". Mark McKinley, director de servicios centrales de registros de Guinness, aseguró que revisarán el caso y las reglas para registros similares para garantizar la equidad.
El proyecto de Plaud no solo fue un desafío personal, sino también un tributo al ingeniero francés Gustave Eiffel, en el 100 aniversario de su fallecimiento. Aunque el récord actual lo ostenta Toufic Daher de Líbano, con una torre de fósforos de 6.5 metros, Plaud no renuncia a su sueño y espera que su obra finalmente sea reconocida como un logro excepcional en el mundo de los récords.