En una decisión que ha sacudido a la afición y al entorno del baloncesto, Tom Thibodeau ha sido oficialmente destituido como entrenador principal de los New York Knicks, tras la eliminación del equipo a manos de los Indiana Pacers en las Finales de la Conferencia Este.

Pese a haber terminado la temporada regular con un sólido récord de 51-31, ubicándose como tercer lugar del Este, la eliminación en playoffs fue considerada un fracaso por la directiva neoyorquina, lo que selló el destino del entrenador tras cinco temporadas al frente.

De acuerdo con fuentes cercanas a la organización, la decisión fue tomada desde la presidencia deportiva, que dejó claro que ganar un campeonato es la prioridad absoluta, y Thibodeau no logró cumplir con esa expectativa. Aunque su gestión llevó a los Knicks a dos campañas con más de 50 victorias y su primera aparición en unas Finales de Conferencia desde el año 2000, no fue suficiente para mantenerlo en el cargo.

Bajo el liderazgo en la cancha de Jalen Brunson, el equipo mostró un juego competitivo, pero no logró superar a un inspirado conjunto de Indiana, lo que encendió las alarmas en una directiva que considera que el proyecto de Thibodeau había llegado a su techo.

Tom Thibodeau asumió el cargo en 2020 con el objetivo de revitalizar una franquicia históricamente relevante pero estancada. En gran medida, lo consiguió: devolvió a los Knicks a los playoffs y posicionó al equipo como un contendiente serio en la Conferencia Este. Sin embargo, la organización considera que su enfoque ha comenzado a limitar el crecimiento a largo plazo.

Con la salida de Thibodeau, los Knicks comenzarán la búsqueda de un nuevo entrenador que no solo mantenga el nivel competitivo alcanzado en los últimos años, sino que también sea capaz de dar el salto definitivo hacia el título de la NBA, un objetivo que se les ha negado desde 1973.