La violencia en Guerrero recrudeció este fin de semana con dos ataques que han estremecido a la región de la Costa Chica. En el primero, la diputada local del PVEM, Gladys Cortés Genchi, fue víctima de un atentado armado la noche del sábado en el municipio de San Marcos, donde su sobrino Jared Cortés fue asesinado. La legisladora resultó ilesa y más tarde confirmó su estado de salud en redes sociales: “Agradezco las muestras de preocupación; yo estoy bien, estoy con mi familia”, escribió.

El ataque se registró alrededor de las 9:30 de la noche, luego de que Cortés Genchi participara en la inauguración del Festival del Caldo en la comunidad de Tecomate, evento al que también asistieron el alcalde de San Marcos, Misael Lorenzo Castillo, y el dirigente estatal de Morena, Jacinto González Varona. Según los primeros informes, los agresores huyeron del lugar tras el ataque.

Tan solo minutos antes, otro hecho de extrema violencia ocurrió en la comunidad de Montecillos, en el municipio de Cuajinicuilapa, donde un grupo de hombres armados irrumpió en una vivienda y asesinó brutalmente a cuatro personas de una misma familia. Las víctimas fueron identificadas como Francisco Peláez, Gustavo y Hugo Peláez Arellanes, y Eustolia Arellanes.

Los atacantes no solo ejecutaron a las víctimas, sino que decapitaron a tres de ellas, incendiaron la vivienda y un vehículo. Vecinos del lugar sofocaron las llamas y descubrieron los cuerpos dentro de la casa, mientras que las cabezas fueron encontradas a varios metros de distancia.

Las autoridades no han informado sobre detenidos hasta el momento, mientras crece la presión para esclarecer los hechos y reforzar la seguridad en una zona marcada por la violencia.

Estos episodios se suman a la creciente ola de inseguridad que azota al estado de Guerrero, donde la violencia política y el crimen organizado continúan dejando un saldo trágico.