En una noche que quedará registrada como una de las más humillantes para los Dodgers de Los Ángeles, los Cachorros de Chicago protagonizaron una goleada histórica de 16-0, en el Dodger Stadium, combinando una actuación impecable desde la lomita con una ofensiva demoledora en los innings finales.

El joven lanzador Ben Brown fue la figura en el montículo, lanzando seis entradas en blanco, sin permitir bases por bolas y con cinco ponches, utilizando solamente dos tipos de lanzamiento para maniatar a una de las ofensivas más temidas de la Liga Nacional.

Del otro lado, el japonés Roki Sasaki tuvo una salida decorosa para los Dodgers, cediendo apenas una carrera en cinco entradas. Sin embargo, el bullpen angelino vivió una auténtica pesadilla. Ben Casparius fue sacudido con seis carreras en apenas 1.2 innings, seguido por Luis García, que permitió cuatro más tras solo un out. La situación fue tan crítica que el infielder Miguel Rojas tuvo que asumir el rol de lanzador por dos entradas, permitiendo otras cinco anotaciones.

Los Cachorros sumaron 14 de sus 16 carreras en los últimos tres episodios, con un total de 15 imparables. Michael Busch, enfrentando a su exequipo, conectó un cuadrangular y dos dobletes, remolcando tres carreras. También destacó Miguel Amaya con un jonrón y tres empujadas. No obstante, la sorpresa de la noche fue el receptor Carson Kelly, noveno en el orden, quien disparó dos jonrones y empujó tres carreras.

El marcador no solo representa una victoria arrolladora para los Cachorros, sino que establece la peor blanqueada sufrida por los Dodgers como locales en toda su historia, una mancha difícil de borrar para la franquicia californiana.

Con este triunfo, los Cachorros mejoraron su marca a 10-7, consolidándose como líderes de la División Central de la Liga Nacional. En contraste, los Dodgers, con marca de 11-5, cayeron al tercer lugar de la División Oeste, en medio de cuestionamientos a la profundidad de su bullpen.

La temporada es joven, pero este resultado deja claro que los Cachorros están decididos a ser protagonistas, mientras que los Dodgers tendrán que ajustar rápido si no quieren seguir siendo vulnerables ante equipos con ofensivas encendidas.