¿Alguna vez te has preguntado por qué los mosquitos parecen tener una predilección por ti? Mientras algunos disfrutan de una tarde al aire libre sin una sola picadura, otros se convierten en el blanco perfecto de estos molestos insectos. La ciencia ha comenzado a desentrañar este misterio, revelando que la atracción de los mosquitos va más allá de la simple casualidad.

Diversos estudios científicos estiman que alrededor del 20% de la población es más atractiva para los mosquitos. El doctor Jonathan Day, profesor de entomología médica en la Universidad de Florida, señala que factores como el metabolismo, el tipo de sangre y el color de la ropa juegan un papel crucial. Además, el profesor de historia en la Universidad de Colorado Mesa añade que hasta el 85% de esta atracción podría estar determinado por nuestra genética.

Aunque la razón exacta aún se desconoce, investigaciones han demostrado que los mosquitos tienden a preferir a las personas con tipo de sangre O. Por otro lado, un estudio publicado en el Journal of the American Mosquito Control Association sugiere que el consumo de cerveza también aumenta la atracción de estos insectos, posiblemente debido a cambios en el olor o la temperatura corporal.

Los mosquitos utilizan su agudo sentido del olfato para detectar a sus víctimas. El olor corporal, resultado de una compleja mezcla de compuestos, es un factor determinante. El doctor Matthew DeGennaro, profesor asociado de ciencias biológicas en la Universidad Internacional de Florida, explica que las diferencias en la microbiota de la piel generan olores distintos, algunos más atractivos para los mosquitos que otros.

Dióxido de carbono y temperatura: señales de calor

Los adultos de mayor tamaño, al exhalar más dióxido de carbono, son más propensos a ser picados. Esta sustancia, detectable a más de 10 metros de distancia, es un imán para los mosquitos. Asimismo, las mujeres embarazadas, que emiten un 20% más de dióxido de carbono y tienen una temperatura corporal más elevada, también son un blanco frecuente.

La atracción de los mosquitos es un fenómeno complejo influenciado por diversos factores genéticos, fisiológicos y ambientales. Si eres de los que siempre terminan con picaduras, ahora sabes que no es solo tu imaginación.