El helado, uno de los postres más populares del mundo, tiene una amplia variedad de sabores y texturas que lo convierten en un favorito universal. Sin embargo, no todos los helados son iguales en términos de composición y aporte nutricional. Las diferencias entre helados de crema y de agua pueden ser determinantes para quienes buscan mantener un estilo de vida saludable.
Los helados de crema se elaboran con ingredientes como leche y nata, lo que les otorga una textura cremosa y un perfil nutricional rico en proteínas, calcio y vitaminas A y D. No obstante, su densidad calórica es más alta, aportando aproximadamente 250 calorías por porción, en comparación con las 60-100 calorías de los helados de agua.
Pese a sus beneficios, muchas marcas comerciales incluyen grasas saturadas y azúcares refinados, que pueden limitar sus cualidades saludables y contribuir a problemas metabólicos como obesidad o diabetes si se consumen en exceso.
Por otro lado, los helados de agua, compuestos mayoritariamente por agua, azúcar y saborizantes, tienen una textura más ligera y menos aporte calórico. Aunque son una opción refrescante y más baja en calorías, no proporcionan proteínas ni los nutrientes esenciales presentes en los helados de crema.
Tanto los helados de crema como los de agua comparten un inconveniente: su elevado contenido de azúcares refinados. Este ingrediente está vinculado a problemas de salud como la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Por ello, los especialistas en nutrición recomiendan disfrutar del helado con moderación y complementar su consumo con alternativas más saludables.
Para quienes buscan opciones menos calóricas y más nutritivas, las frutas congeladas son una excelente alternativa. Estas son ricas en vitaminas, fibra y fructuosa, un azúcar natural menos agresivo para el cuerpo. Puedes combinarlas con yogurt natural sin azúcar para preparar batidos helados o postres caseros.
Otra opción destacada son las gelatinas sin azúcar, que aportan nutrientes esenciales como colágeno y vitamina C, además de ser ligeras y fáciles de preparar.
El helado es un placer que puede disfrutarse en una dieta equilibrada siempre que se consuma con responsabilidad. Elegir versiones con menos azúcares o prepararlas en casa con ingredientes naturales puede ser la clave para disfrutar este postre sin comprometer la salud.