El misterio de los tesoros sumergidos: ¿a quién pertenecen los naufragios en el fondo del mar?

El misterio de los tesoros sumergidos: ¿a quién pertenecen los naufragios en el fondo del mar?

El misterio de los tesoros sumergidos: ¿a quién pertenecen los naufragios en el fondo del mar? El misterio de los tesoros sumergidos: ¿a quién pertenecen los naufragios en el fondo del mar?.

La humanidad siempre se ha sentido fascinada por los tesoros escondidos en las profundidades del mar, donde yacen monedas de oro y plata, joyas y artefactos de civilizaciones antiguas. Pero, a pesar del interés, una de las grandes incógnitas sigue siendo a quién pertenecen legalmente estos hallazgos, especialmente cuando están en aguas territoriales de otros países o en alta mar.

Uno de los casos más sonados es el del galeón español *San José*, hundido en el siglo XVIII frente a las costas de Colombia. Según registros históricos, la nave transportaba grandes cantidades de oro, plata y piedras preciosas recaudadas en las colonias sudamericanas para el rey Felipe V de España. La controversia sobre la propiedad del tesoro de *San José* refleja un conflicto entre países y las leyes internacionales que rigen el patrimonio cultural submarino.

Según Robert Mackintosh, abogado y arqueólogo de la Universidad de Southampton, la posesión de un naufragio puede complicarse debido a la ubicación del hallazgo. Un país puede reclamar soberanía si el naufragio está en sus aguas territoriales, mientras que otros países podrían tener derechos sobre la embarcación por ser los dueños originales de la nave o por la posibilidad de “inmunidad soberana”. Esta inmunidad aplica a embarcaciones de Estado y protege contra procesos legales de otros países, preservando la autoridad del país propietario.

La Convención de la UNESCO de 2001 sobre Patrimonio Cultural Subacuático establece que los naufragios que lleven más de 100 años bajo el agua deben considerarse patrimonio cultural. Esto significa que no deberían explotarse comercialmente y deberían conservarse en museos o sitios públicos. Sin embargo, no todos los países han firmado esta convención, lo que genera diferencias en su aplicación y complejidad en disputas legales. Aun así, según la Ley de Salvamento, quien rescate un bien en el mar tiene derecho a una compensación, aunque no necesariamente a la propiedad del objeto recuperado.

Un caso similar al de *San José* fue el del galeón español *Nuestra Señora de las Mercedes*, cuyo tesoro fue recuperado por España en 2012 tras una disputa legal con la empresa estadounidense de salvamento Odyssey Marine Exploration. La corte falló a favor de España, permitiendo al país ibérico recuperar el tesoro y sentando un precedente en cuanto a la propiedad de embarcaciones históricas.

Los tesoros sumergidos continúan siendo un enigma, y el debate entre la conservación cultural y los derechos de propiedad sigue abierto. Con cada descubrimiento, se reaviva la discusión sobre la responsabilidad de preservar estos objetos como patrimonio de la humanidad o la potestad de reclamarlos como propiedad nacional.