La automatización y la brecha digital agravan desigualdades laborales

La automatización y la brecha digital agravan desigualdades laborales

 La automatización y la brecha digital agravan desigualdades laborales La automatización y la brecha digital agravan desigualdades laborales.

El cruce entre la brecha digital y el avance de la inteligencia artificial (IA) está acentuando desigualdades sociales y económicas, advirtieron académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Según estimaciones, cerca del 47% de los empleos en el mundo podrían ser automatizados, lo que plantea desafíos tanto para trabajadores como para los sistemas económicos globales.

Durante el seminario *Inteligencia Artificial, Trabajo y Calificación Laboral*, organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Gerardo González Chávez, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), expuso que esta transformación afecta incluso sectores esenciales como la agricultura. “Las máquinas reemplazan tanto trabajos rutinarios como tareas complejas, lo que reconfigura la estructura laboral a nivel mundial y presiona los salarios a la baja”, afirmó.

González Chávez destacó que la industria automotriz ha liderado la automatización desde la década de 1960, con máquinas dedicadas a labores repetitivas. Sin embargo, las nuevas generaciones de robots ya realizan tareas creativas y poseen capacidad de aprendizaje, marcando un punto de inflexión en el mundo del trabajo. 

“El capital busca maximizar la plusvalía mediante estas tecnologías, pero la gran pregunta es: ¿qué hacer con los trabajadores que quedan fuera del mercado laboral?”, cuestionó el académico en el auditorio Pablo González Casanova de la FCPyS. A su vez, enfatizó que la automatización exige una fuerza laboral más calificada, así como cadenas productivas complementarias. 

Aunque en algunos casos la relocalización de empresas favorece el trabajo manual por ser más económico que el uso de robots, González subrayó que existen oportunidades de empleo en sectores emergentes. Entre ellas mencionó la atención al cambio climático, la producción de energías renovables, la recuperación rural y los sistemas de cuidado para una población cada vez más envejecida. 

“Se estima que en la próxima década 450 millones de empleos estarán concentrados en los servicios de cuidado”, añadió, aludiendo a la creciente demanda de médicos, cuidadores y otros profesionales para atender a personas mayores.

Por su parte, Marcela Espinoza García, también profesora de la FCPyS, abordó los desafíos de la brecha digital y la IA, alertando sobre la desigualdad en el acceso y uso de las tecnologías de la información. “La tecnología avanza a pasos agigantados, y quienes no logren adaptarse quedarán rezagados en educación, empleo y acceso a la información”, explicó Espinoza. 

La académica subrayó que sectores como la industria manufacturera, los sistemas financieros y el análisis de datos ya se han transformado gracias a la IA, pero insistió en que su adopción requiere una capacitación constante tanto para empresas como para usuarios. Además, alertó sobre la necesidad de abordar temas éticos y de democratización del acceso tecnológico. 

“Es inevitable la incorporación de la IA en los procesos laborales, por lo que la capacitación de las fuerzas productivas es urgente”, concluyó Espinoza. 

En la presentación del seminario, Porfirio Toledo Delgado, en representación de la directora de la FCPyS, Carola García Calderón, destacó la importancia de preparar a los estudiantes para enfrentar un mercado laboral que ha cambiado radicalmente. 

“Hoy en día, la producción de bienes y servicios está a cargo de robots y autómatas, mientras surgen nuevos perfiles laborales, como aquellos que administran software o empresarios que gestionan sistemas robóticos”, mencionó Toledo. Finalmente, llamó a reflexionar sobre el papel del Estado, que ahora enfrenta el reto de regular mínimamente este tipo de transformaciones sin frenar el avance tecnológico. 

El seminario concluyó con un llamado a invertir en innovación y en empleos verdes, asegurando que los avances tecnológicos se traduzcan en mejores condiciones de vida y un desarrollo sostenible para las próximas generaciones.