Los Diablos Rojos del México se coronaron campeones de la Liga Mexicana de Beisbol tras vencer 4-2 a los Sultanes de Monterrey en el cuarto juego de la Serie del Rey, celebrado en el Estadio Mobil Super. Con esta victoria, los Diablos Rojos alcanzan su decimoséptimo título en la historia de la liga, consolidándose como el equipo con más campeonatos en la competencia.
El partido comenzó de manera desafiante para los Sultanes. En la primera entrada, Franklin Barreto y Robinson Canó abrieron la ofensiva con sencillos, y José Marmolejos conectó un cuadrangular que produjo tres carreras. Luego, un doblete de Gamboa y un imparable de Julián Ornelas llevaron la cuarta carrera al marcador, forzando a Monterrey a hacer un cambio de pitcher, con Jared Lakind entrando al relevo. Mientras tanto, Brooks Hall mantuvo un sólido desempeño en el montículo para los Diablos.
En la séptima entrada, Asael Sánchez conectó un doblete que encendió las esperanzas de los Sultanes. Sin embargo, Nomar Mazara elevó al jardín izquierdo, y no se concretó ninguna carrera adicional. En la octava entrada, Sasagi Sánchez mantuvo el marcador intacto para Monterrey, pero Edwin Fierro, relevista de los Diablos, permitió un sencillo y un hit que colocaron a los Sultanes en una posición de amenaza. A pesar de la presión, la defensa de los Diablos se mantuvo firme, y en el noveno inning, Nolan Kingham cerró el juego para Monterrey.
A pesar de un último esfuerzo de los Sultanes por revertir el marcador, con un sencillo de Ramiro Peña y un error en tiro de Christian Villanueva, los Diablos Rojos aseguraron el título. José Cardona, con la cuenta llena, elevó a segunda base, y Robinson Canó capturó el último out para sellar la victoria y el campeonato. Los Diablos Rojos del México celebraron su triunfo en el Palacio Sultán, reafirmando su estatus como el equipo más laureado en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol.