Aunque imperceptible para el oído humano, el mundo de los pequeños mamíferos, como los ratones, está lleno de sorprendentes sonidos. Los ratones machos, en particular, han desarrollado un fascinante comportamiento: emiten canciones ultrasónicas para atraer a sus parejas. Estas vocalizaciones, conocidas como **vocalizaciones ultrasónicas** (USVs, por sus siglas en inglés), juegan un papel crucial en el cortejo y la comunicación social de estos roedores.
Las investigaciones han revelado que estas canciones ultrasónicas son notablemente complejas y variadas. Los ratones machos organizan sus sonidos en patrones que pueden cambiar según el contexto social en el que se encuentran, lo que sugiere que, al igual que los pájaros cantores, estos animales poseen un "repertorio" de canciones para distintas situaciones, como el cortejo o la defensa territorial.
El cortejo es uno de los contextos más destacados donde se observa este comportamiento. Al percibir la presencia de una hembra, un ratón macho inicia una serie de vocalizaciones ultrasónicas que no solo varían en complejidad y duración, sino que también parecen influir en las preferencias de las hembras. Estudios han demostrado que las hembras pueden distinguir entre diferentes canciones y, a menudo, muestran preferencia por ciertos tipos, lo que podría indicar la calidad del macho como pareja potencial.
Además de su función en el apareamiento, las USVs desempeñan un papel fundamental en otros aspectos de la vida social de los ratones. Las hembras, por ejemplo, utilizan estos sonidos para comunicar estados sociales y establecer jerarquías dentro de sus grupos, mientras que los machos ajustan su canto en presencia de competidores o intrusos en su territorio.
Este descubrimiento resalta la complejidad y sofisticación del comportamiento social de los ratones, demostrando que, aunque pequeños, estos mamíferos tienen un mundo sonoro rico y dinámico que juega un papel esencial en su supervivencia y reproducción.