El Festival de Cine de Cannes vivió uno de sus momentos más emotivos y políticos este jueves con la aparición del líder de U2, Bono, quien revolucionó la alfombra roja al llegar acompañado de soldados ucranianos, su amigo y guitarrista The Edge, y el actor y activista Sean Penn. La ocasión fue la presentación, fuera de competición, del documental “Bono: Stories of Surrender”, dirigido por Andrew Dominik.
La cinta, basada en su autobiografía Surrender y en su espectáculo teatral Stories of Surrender: An Evening of Words, Music and Some Mischief…, es una íntima exploración de la vida y carrera del cantante irlandés. El documental —dedicado a sus padres, a su esposa, a sus amigos y a él mismo— fue ovacionado de pie durante 10 minutos tras su proyección, lo que visiblemente emocionó a Bono.
“Gracias a Brad Pitt por no venir, porque habría robado el show”, bromeó el artista, haciendo referencia a uno de los productores de la película.
Durante su discurso, Bono también se refirió al origen del Festival de Cannes como una respuesta artística al fascismo en 1946. En un potente cierre, recordó el conflicto actual en Ucrania, exclamando: “¡Slava Ukrayini! (¡Gloria a Ucrania!), ¡Viva Francia! y ahora todos a dormir”, arrancando aplausos del público.
Rodado en blanco y negro, el documental muestra fragmentos de los conciertos que Bono ofreció en el Beacon Theatre de Nueva York en 2023, además de los realizados en Europa el año anterior. La obra recorre su historia de forma no lineal, moviéndose entre lugares, personajes y canciones que han marcado momentos clave en su vida.
El estreno no solo reafirma el peso cultural y político de Bono como figura pública, sino que también convierte al Festival de Cannes en un espacio de resonancia para mensajes de resistencia y paz.