Este jueves, Ronald “Ron” Johnson arribó a México para iniciar oficialmente su labor como embajador de Estados Unidos, tras ser designado por el presidente Donald Trump y ratificado por el Senado estadounidense el pasado 9 de abril. La Embajada de EE. UU. compartió una fotografía en redes sociales donde se observa al diplomático siendo recibido en la escalinata del avión por Mark Johnson, encargado de Negocios.

Johnson, un veterano militar con una trayectoria de más de 30 años en el Ejército y más de dos décadas en la CIA, sustituye a Ken Salazar, representante de la administración de Joe Biden. Con fluidez en español y experiencia previa como embajador en El Salvador, Johnson llega con una agenda marcada por la seguridad nacional, la lucha contra el tráfico de fentanilo y el control migratorio, en sintonía con la estrategia “America First”.

Durante su confirmación, Johnson dejó en claro su enfoque: reforzar el estado de derecho en la frontera y cooperar con las autoridades mexicanas para frenar tanto el flujo de drogas como la migración irregular. Estas declaraciones han despertado inquietudes en México por el posible impulso de políticas unilaterales desde Washington, como el uso de fuerza militar contra cárteles, una propuesta que ha cobrado fuerza entre figuras del Partido Republicano.

El nuevo embajador entregará el próximo lunes sus cartas credenciales a la presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dando inicio formal a su labor diplomática. Johnson, de origen alabama y residente de Florida, es exboina verde y tiene una maestría en Inteligencia Estratégica. Su experiencia incluye operaciones en América Latina, los Balcanes y funciones clave en seguridad y contraterrorismo dentro de la CIA.

Entre 2019 y 2021, como embajador en El Salvador, mantuvo una estrecha relación con el presidente Nayib Bukele, apoyando políticas de mano dura contra el crimen y la migración, así como la extensión del TPS para miles de salvadoreños. Sin embargo, su gestión fue cuestionada por no criticar actos autoritarios como la militarización del Congreso salvadoreño.

Ahora, en México, Ronald Johnson se convierte en una figura central en una etapa clave de la relación bilateral, marcada por desafíos en comercio, migración y seguridad. Su llegada representa un nuevo capítulo en el vínculo entre ambos países, en medio de una coyuntura internacional compleja y con la campaña presidencial estadounidense en marcha.