El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, informó este martes sobre la captura de dos ciudadanos chinos que se encontraban combatiendo junto al ejército ruso en la región oriental de Donetsk, un hecho que podría representar un giro significativo en la postura internacional sobre la implicación de China en el conflicto.
Durante una conferencia de prensa en Kiev, en la que estuvo acompañado por el primer ministro de Bélgica, Bart De Wever, Zelenskyy detalló que los soldados fueron capturados tras un enfrentamiento armado en las cercanías de las aldeas de Tarasivka y Bilohorivka. En total, seis soldados chinos se enfrentaron con las tropas ucranianas, y dos fueron tomados prisioneros.
“Tenemos información sobre la presencia de significativamente más ciudadanos chinos combatiendo del lado ruso”, afirmó Zelenskyy, quien ordenó a su canciller contactar de inmediato con el gobierno de Pekín para conocer su posición oficial ante estos hechos.
Hasta ahora, China había mantenido un apoyo diplomático y económico a Rusia, a través del comercio energético y de bienes de consumo, pero no se conocía una implicación militar directa. A diferencia de países como Irán y Corea del Norte, que han sido señalados por enviar armamento e incluso tropas, Pekín no figuraba como proveedor de personal militar hasta este incidente.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiga, cuestionó duramente la credibilidad de China como defensor de la paz.
“Los ciudadanos chinos que luchan como parte del ejército de invasión ruso en Ucrania ponen en tela de juicio la postura declarada de China a favor de la paz y socavan su credibilidad como miembro permanente responsable del Consejo de Seguridad de la ONU”, escribió Sybiga en redes sociales.
El embajador chino en Kiev fue citado por el Ministerio de Relaciones Exteriores para aclarar esta situación.
La revelación ocurre en un momento en el que la guerra —que ya suma más de tres años— sigue sin señales de detenerse. La reciente propuesta de Estados Unidos para un alto al fuego de 30 días fue rechazada por Moscú, y tanto Rusia como Ucrania se preparan para nuevas ofensivas en primavera y verano, según analistas.
“No veo ningún indicio que pueda llevar a un alto al fuego o incluso a la paz, pero veo muchos indicios de que la guerra continuará”, afirmó Nico Lange, del Centro de Análisis de Políticas Europeas en Washington.
Zelenskyy también recordó que, anteriormente, soldados norcoreanos fueron capturados en la región rusa de Kursk, pero enfatizó que en este caso, los ciudadanos chinos fueron aprehendidos dentro del territorio ucraniano, lo que agrava la percepción de una intervención extranjera directa.
En paralelo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó que representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia sostendrán una reunión con funcionarios estadounidenses este jueves en Estambul. Aunque no se han detallado los temas, se prevé que se aborde la normalización de operaciones diplomáticas y el refuerzo de personal en embajadas.
Este episodio añade una nueva dimensión al conflicto ucraniano y coloca a China bajo el reflector internacional, en momentos en que su neutralidad empieza a ser cuestionada por sus acciones en el terreno de guerra.