Los charales, diminutos peces de agua dulce, son un ingrediente ancestral de la gastronomía mexicana que ha perdurado a lo largo del tiempo. A pesar de su tamaño, estos peces son una fuente inigualable de nutrientes y beneficios para la salud.
Un legado culinario
Los charales, pertenecientes a la familia Atherinopsidae, habitan en lagos y lagunas de México, siendo Michoacán el principal productor. Su sabor suave y salino los hace versátiles en la cocina, desde botanas crujientes hasta guisos reconfortantes.
Un aliado para la salud
Los charales son un alimento completo y saludable, ideal para deportistas y personas que buscan una dieta equilibrada. Sus principales beneficios son:
Fortalecimiento de huesos y dientes: Su alto contenido de calcio los convierte en un aliado para la salud ósea.
Salud cardiovascular: Los ácidos grasos omega-3 ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos.
Refuerzo del sistema inmunológico: Las proteínas y vitaminas del grupo B y D fortalecen las defensas del organismo.
Cuidado de la salud ocular: La vitamina A protege la vista y previene enfermedades oculares.
Los charales se pueden disfrutar de diversas maneras: fritos, empanizados, en caldos, guisos o salsas. Su sabor único y su valor nutricional los convierten en un ingrediente imprescindible en la dieta mexicana.