El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó este sábado a Rusia de no querer poner fin a la guerra, luego de un ataque masivo contra Dobropilia, en la región oriental de Donetsk, que dejó al menos 11 muertos y 50 heridos, entre ellos siete niños.
“Rusia está demostrando literalmente cada día con su crueldad que nada ha cambiado para ellos en Moscú. No piensan en cómo poner fin a la guerra, sino en cómo lograr destruir y capturar más, mientras el mundo les permita librar esta guerra”, denunció el mandatario en un mensaje publicado en Telegram.
Zelenski calificó el bombardeo como “uno de los ataques más brutales” perpetrados por Rusia en los últimos meses. Según el presidente ucraniano, el ataque fue calculado para causar el máximo daño, combinando el lanzamiento de misiles y drones Shahed contra el centro de la ciudad.
Entre las víctimas mortales se encuentra un efectivo del Servicio Estatal de Situaciones de Emergencia. Además, el segundo impacto ocurrió cuando los equipos de rescate ya estaban trabajando en la zona, lo que aumentó la cifra de heridos.
El ataque, ocurrido entre la noche del 7 y la madrugada del 8 de marzo, destruyó nueve edificios residenciales, un centro comercial y varias tiendas.
Zelenski también denunció bombardeos en otras ciudades, incluyendo Donetsk, Járkiv y Jersón, donde se registraron más víctimas civiles.
“Por supuesto, hacemos todo lo posible para proteger vidas. Y doy las gracias a todos los líderes, diplomáticos y personalidades públicas que apoyan a Ucrania, condenan estos ataques y llaman a las cosas por su nombre”, afirmó el mandatario.
Finalmente, hizo un llamado a los aliados de Ucrania para fortalecer la defensa y acelerar la llegada de ayuda militar, asegurando que el país continuará resistiendo hasta alcanzar la paz.