El panorama político en Canadá ha dado un giro inesperado con la sorpresiva renuncia de Justin Trudeau como primer ministro el lunes 6 de enero de 2025, lo que ha colocado al líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, como uno de los principales favoritos para sucederlo en el cargo.
Trudeau, quien había liderado el país durante más de seis años, admitió que la presión interna dentro de su propio partido y el parlamento fueron determinantes en su decisión de renunciar. "No soy la mejor opción para el partido líder", expresó el primer ministro en un mensaje televisado, anunciando que se mantendría en el cargo hasta que se elija a su sucesor. A pesar de que las elecciones generales estaban programadas para el otoño de 2025, la salida repentina de Trudeau podría acelerar los plazos, y las elecciones podrían celebrarse antes, el 24 de marzo, si el parlamento aprueba los créditos presupuestarios antes de esa fecha.
Poilievre, de 45 años, ha sido un político de fuerte personalidad y estilo confrontativo que ha generado tanto admiradores como detractores. Su rechazo a los medios tradicionales y sus ataques a las élites lo han comparado con figuras como Donald Trump, especialmente debido a su postura populista y sus críticas a Trudeau. Poilievre no ha dudado en hacer comentarios polémicos, como cuando fue expulsado del Parlamento por llamar “chiflado” a Trudeau, y ha utilizado su oposición a las políticas climáticas del Gobierno como un tema central, prometiendo eliminar impuestos como el de carbono si llega al poder.
Además, Poilievre ha propuesto medidas radicales como la privatización de CBC/Radio-Canadá, la televisión pública del país, y una intervención mínima del Estado en la economía, lo que ha atraído a un electorado frustrado por el creciente costo de vida y las políticas progresistas del gobierno actual.
A pesar de sus posturas polarizantes, Poilievre ha logrado conectar con una parte significativa de la población canadiense, especialmente aquellos que se sienten desilusionados con el liderazgo de Trudeau. Su cercanía con figuras influyentes en Estados Unidos, como el asesor Jamil Jivani y el multimillonario Elon Musk, ha aumentado su visibilidad y su influencia política. Sin embargo, Poilievre deberá abordar varios desafíos, incluyendo su relación con la política migratoria y la necesidad de adaptarse a un entorno político cambiante.
A medida que el Partido Liberal atraviesa una crisis interna, Poilievre está bien posicionado para aprovechar esta oportunidad. Su capacidad para adaptarse y definir una nueva estrategia será clave para su éxito si finalmente asume el cargo de primer ministro en un momento tan crucial para el país.