La Guardia Civil de España ha confirmado el hallazgo del cuerpo sin vida del alpinista catalán Gerard Olivé, quien había desaparecido el pasado 31 de diciembre mientras realizaba una expedición en los Pirineos. Su cuerpo fue localizado en una zona de difícil acceso del valle de Salenques, en el municipio de Montanuy, tras haber sufrido una fatal caída desde la parte alta de la cresta Salenques.

Olivé, de 41 años y originario de Tarragona, había iniciado su última expedición desde el Refugio de Coronas con el objetivo de ascender al Aneto, la cima más alta de los Pirineos. Sin embargo, el 2 de enero, un familiar reportó su desaparición al no haber regresado a su hogar, lo que activó un operativo de búsqueda urgente.

El rescate estuvo a cargo de efectivos especializados del GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de Benasque, junto con la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Huesca. Después de localizar su cuerpo, fue evacuado vía aérea y trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón en Zaragoza para los procedimientos correspondientes.

Gerard Olivé era un conocido amante de los deportes extremos, especialmente el alpinismo y el vivac, una técnica que consiste en pernoctar en condiciones naturales extremas. En su cuenta de Instagram, Olivé se definía como un "amante del vivac extremo", compartiendo imágenes impactantes de sus aventuras, como un vivac realizado en una hamaca suspendida en la misma cresta Salenques donde trágicamente perdió la vida.

En una de sus publicaciones más destacadas, Olivé expresaba su amor por la aventura extrema con las palabras: "Bendita locura que con su poder te lleva más allá de tus sueños y capacidades, te transporta a un mundo con infinidad de posibilidades". Su pasión por la montaña y los desafíos extremos lo hizo un referente para la comunidad alpinista y de deportes de aventura.