En las primeras horas del pasado jueves, un devastador incendio consumió el mercado de Kantamanto, ubicado en la capital de Ghana, Accra. Este mercado es uno de los más grandes del mundo en su tipo, especializado en la venta de ropa de segunda mano, y es el sustento de miles de comerciantes. El siniestro destruyó cientos de negocios, afectando a una gran cantidad de personas que dependen de esta actividad para su vida diaria.
El Servicio Nacional de Bomberos de Ghana informó el viernes, a través de un comunicado en Facebook, que el incendio fue completamente extinguido y que no hubo víctimas mortales ni heridos. Sin embargo, las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas del incendio.
Uno de los afectados, Kwabena Charles, comerciante de zapatos usados, compartió su angustia con la agencia estatal Ghana News Agency (GNA). Relató que fue despertado por una llamada de uno de sus trabajadores y se apresuró a llegar al mercado, solo para encontrarse con que su puesto, junto con muchos otros, ya había sido destruido por el fuego. “Estaba en casa cuando uno de mis trabajadores me llamó para decirme que fuera al mercado rápidamente. Cuando llegué a las 3 de la mañana, todo estaba quemado”, comentó. A pesar de sus esfuerzos por salvar algunas mercancías, las pérdidas fueron devastadoras.
Imágenes compartidas por los bomberos en redes sociales mostraron grandes franjas del mercado envueltas en llamas, mientras los comerciantes observaban impotentes cómo el fuego arrasaba con sus puestos y mercancías.
El director de inspección de la Organización Nacional de Gestión de Desastres, Richard Amo Yartey, visitó el lugar del incendio el jueves para evaluar los daños y expresar su apoyo a los afectados. “Es una lástima que esto haya ocurrido en un momento en el que deberíamos estar celebrando el Año Nuevo, pero no es el fin de la vida. Estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los afectados y asegurarnos de que se recuperen”, declaró Yartey a GNA.
El mercado de Kantamanto es un pilar de la economía local, empleando a al menos 30,000 personas que procesan millones de prendas de segunda mano provenientes, en su mayoría, de países occidentales, según Greenpeace. Este no es el primer incendio registrado en el mercado, lo que pone de relieve la necesidad urgente de mejorar las medidas de seguridad y prevención en el área. Mientras tanto, los comerciantes luchan por recuperarse, enfrentando un futuro incierto tras la tragedia.