En un asombroso logro para la industria cinematográfica, *Nosferatu*, dirigida por Robert Eggers, ha alcanzado los 100 millones de dólares en taquilla a tan solo 10 días de su estreno, convirtiéndose en uno de los éxitos más impresionantes en los últimos años. Este hito es especialmente significativo al tratarse de una película de autor, un tipo de producción que, en la era post-pandemia, ha tenido dificultades para encontrar el mismo nivel de éxito comercial que las grandes superproducciones de Hollywood.

La película, protagonizada por Bill Skarsgård como el icónico Conde Orlok, cuenta también con las actuaciones de Lily-Rose Depp y Nicholas Hoult. Su historia, que fusiona elementos góticos con terror psicológico, ha atraído a una audiencia global, sumando 26.8 millones de dólares en 61 mercados internacionales. Esto resalta su gran aceptación fuera de Estados Unidos, lo que demuestra el atractivo universal de la obra.

Con una inversión inicial de 50 millones de dólares, *Nosferatu* no solo ha recuperado su costo de producción, sino que se perfila como un gran éxito comercial que puede marcar un referente en el género del cine de terror. La trama, que explora una historia de obsesión y horror en la que una joven es atormentada por un vampiro, ha capturado la atención del público por su atmósfera única y su enfoque inquietante, lo que ha generado tanto entusiasmo como una crítica positiva.

Este impresionante rendimiento en taquilla subraya no solo el talento de Eggers como director, sino también la relevancia y la demanda de las historias que exploran los límites del cine de terror clásico en tiempos contemporáneos.