Por Yolanda Cantú: Todos en mayor o menor escala somos seres gregarios, es decir estamos rodeados y tenemos que convivir de sí o sí con gente. Sin duda, a veces es inevitable la elección de ciertas personas tales como familiares, compañeros o alguno que otro susodicho que por azares del destino nos toca compartir un espacio en común por un tiempo determinado como lo es la asignación de un asiento en autobús o fila en algún pago de servicio.
Recuerda que es de suma importancia trabajar de forma continua en el propio autoconocimiento para ir reaprendiendo actitudes y aptitudes que le generan armonía a la mente, cuerpo y alma. Saber reconocer que cada factor que vivimos en el aquí y ahora cumple una tarea integral; saber responder a la pregunta: ¿Quién Soy?
Es vital los momentos de reflexión y llevar un plan estratégico a través de la terapia, meditación e inclusive realizar actividades tan simples como el caminar 10 minutos, leer un libro 5 minutos o bien el simple hecho de estar con uno mismo contemplando la naturaleza con una taza de café. Son los pequeños cambios y constancia lo que hacen una transformación genuina. Lo hacemos cuando empezamos un cambio en el estilo de alimentación, vamos quitando paulatinamente todo aquello que conscientemente reconocemos como dañino para ir adaptándonos, sin embargo, vivimos en un mundo influenciado en lo inmediato.
Queremos bajar de peso de forma milagrosa, quitar el sufrimiento con remedios inmediatos, buscar pareja a tan sólo un click en una red social, y así una innumerable lista de sucesos que lejos de hacer felices a la persona, la hacen cada día más dependiente y vacía de sus deseos, apegos y patologías aprendidas. Se nos olvida echar un clavado a lo más profundo del ser humano. Cuando no hacemos consciencia de ellos, somos más proclives a rodearnos y activar los vampiros emocionales.
Un(a) vampiro(a) emocional es toda aquella persona que debilita tu estado emocional, mental y físico. Son personas que constantemente quieren controlar los ambientes a través de conductas pesimistas, pensar sólo en sí mismos (as) y sus dolencias, inmaduros (as) a la hora de tomar decisiones, impulsivos (as), críticos (as) severos (as), promover la total desacreditación de sus congéneres y sexo opuesto. En el fondo son personas inseguras, con una autoestima muy deteriorada, carentes de identidad propia, represión total de sus emociones, y un anhelo desesperado en el agrado y amor de los demás. Nada es casualidad en la vida, haciendo que los inconscientes se atraigan. Es decir, hay algo de vampiro emocional en quién controla, pero también quién se victimiza.
Cuando reconoces tu propio rol de vampiro emocional, el más grande reto será el ser paciente con uno(a) mismo(a), trabajar arduamente en reaprender a quitar patrones aprendidos y poco a poco ir poniendo límites a quiénes nos rodean. No significa que los evitemos, o dejemos de hablar, sino que mientras exista un proceso de desintoxicación para externar las emociones, deseos y pensamientos sin caer en el círculo del vampiro, es indispensable la separación.
Es por eso la selectividad de tener cuidado con quiénes nos rodeamos. Es importante estar consciente que durante los procesos de cambios profundos seremos como la metamorfosis de Kafka. Vas por buen camino cuando tengas nuevos contextos, alternativas y formas de ver la realidad aprendida.
Te comparto algunos tips para que analices si tienes o no un(a) vampiro(a) emocional alrededor de ti, y como poco a poco pongas límites para que no te afecte;
1. Evitar el Drama; recuerda ser una persona imparcial. Analiza el problema como si no fueras participe del mismo ni conocieras a los involucrados. Esto te dará una visión objetiva y clara al momento que de forma racional puedes ir creando estrategias mentales que no alteren tu paz.
2. Aléjate; ojos que no ven, corazón que no siente. En efecto, a veces es importante poner distancia física, sin embargo, de no ser posible es importante poner límites a través de mantener una agenda rica en actividades positivas que eviten estar envuelto(a) en el ciclo tóxico del vampiro(a) lo cual poco a poco los alejarán.
3. Sé Feliz; es importante que dentro de tu día realices nuevas actividades en donde tu mente siempre se motive a conocer y descubrir cosas distintas. Rétate a ti mismo (a). Te garantizo descubrirás nuevas formas de ver la vida y poco a poco crearás el antídoto personal de cambio genuino.
Me dices que tal te pareció y te leo en la próxima edición. Yolis.
