El 30 de noviembre, Graham Spencer, un británico de 60 años, salió a caminar por la mañana por los Jardines Botánicos de Singapur cuando, repentinamente, fue atacado por una manada de nutrias salvajes que le dejaron 26 heridas en los glúteos, piernas y dedos.
"Todo el proceso duró 10-12 segundos, no podía moverme... Pensé que iba a morir", recuerda Spencer en declaraciones a Reuters. "Si me hubieran mordido la cara o el cuello, estaría muerto", conjetura.
Relata que alrededor de 20 nutrias lo emboscaron, haciéndole caer al suelo, momento en que empezaron a subirse por encima de él y a morderlo, indica RT.
Spencer escapó después de que un amigo suyo ahuyentara a las nutrias a gritos, después de lo cual le ayudó a ponerse en pie.
"Peso más de 90 kilos y no pude levantarme sin la ayuda de mi amigo. Si las nutrias hubieran atacado a una muchacha o a un niño, seguramente no habría sobrevivido", señala el hombre.
Las nutrias son criaturas generalmente pacíficas y es raro que ataquen a los humanos, a menos que se sientan amenazadas. Spencer cree que los integrantes de la manada lo confundieron con un corredor que había pasado junto a él pisado a uno de los animales.
Spencer espera que las autoridades tomen medidas para evitar este tipo de accidentes, como la instalación de más luces de energía solar a lo largo de los caminos.
Con información:el imparcial