Lo cierto es que, estos animales no pueden percibir el color rojo, los ojos de estos bovinos en realidad solo pueden procesar un espectro cromático de apenas dos colores, el azul y un verde amarillento. Entonces, podemos decir que no, los toros no odian el color rojo.
Entonces, ¿Qué pasa en las corridas? Parece ser, que lo que alter a los toros y los hace cargar en contra del torero, no es tanto un color, sino el movimiento. Como sabemos el torero agita una “muleta”, que es una tela de color rojo y eso hace que el animal se enoje y embista.
Pero al contrario de lo que la tradición supone, pruebas recientes señalan que el factor que conmina al animal a atacar es el movimiento, no la tonalidad de la tela.
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