Juez permite a Los Alegres del Barranco cantar narcocorridos en Michoacán

Juez permite a Los Alegres del Barranco cantar narcocorridos en Michoacán

Juez permite a Los Alegres del Barranco cantar narcocorridos en Michoacán Juez permite a Los Alegres del Barranco cantar narcocorridos en Michoacán.

El Juzgado Primero de Distrito en Michoacán, encabezado por el juez Sergio Santamaría Chamú, concedió una suspensión provisional a la agrupación musical Los Alegres del Barranco, permitiéndoles interpretar narcocorridos en el estado, a pesar de un decreto del gobierno estatal que prohíbe este tipo de contenidos en eventos públicos.

La resolución, emitida como parte del juicio de amparo 518/2025, responde a una impugnación contra el decreto del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, el cual busca evitar la apología del delito mediante expresiones musicales. El juez argumentó que la medida podría vulnerar el derecho constitucional a la libertad de expresión, y cuestionó que las autoridades no agotaran otras alternativas antes de imponer una prohibición generalizada.

La polémica gira en torno a la interpretación de la canción “El dueño del palenque”, dedicada presuntamente a un líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), durante un concierto en el Auditorio Telmex, en Jalisco. Posteriormente, la agrupación repitió el acto en Uruapan, Michoacán, lo que intensificó el debate sobre si su música constituye apología del crimen organizado.

Ante esta decisión judicial, el gobierno michoacano, a través del secretario general Carlos Torres Piña, anunció que presentará una queja ante el Tribunal Colegiado del Poder Judicial de la Federación, con el fin de revertir la suspensión. Torres Piña calificó la sentencia como “contraria al interés popular”, al considerar que la sociedad rechaza cualquier contenido que glorifique a grupos criminales.

Además, criticó que este mismo juez ha emitido fallos que, según el Ejecutivo estatal, se oponen a reformas relevantes como la del Poder Judicial y la digitalización del gobierno.

El caso reabre el debate nacional sobre los límites entre la libertad artística y la responsabilidad social, especialmente en un país afectado por la violencia ligada al crimen organizado.