Ayer, los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Venezuela, Nicolás Maduro, firmaron en Moscú un Acuerdo de Asociación Estratégica y Cooperación, con el objetivo de fortalecer los vínculos bilaterales y proyectar una relación de largo plazo entre ambos países. El acto protocolario se realizó en la Sala Malaquita del Kremlin, en el marco de la conmemoración del 80 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y Venezuela.

De acuerdo con la Presidencia rusa, el documento “consolida el alto nivel alcanzado por las relaciones ruso-venezolanas y establece los principios y directrices básicas para el futuro desarrollo de la cooperación a largo plazo”.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó las negociaciones entre ambos mandatarios como “muy sustanciales”, afirmando que se abordaron todos los temas de la agenda bilateral. Peskov subrayó que la cooperación se extiende a múltiples sectores estratégicos, con énfasis especial en el ámbito energético.

Durante el encuentro, Vladímir Putin resaltó el notable incremento del 64 % en el volumen comercial entre ambas naciones en lo que va de 2024, alcanzando los 200 millones de dólares. Asimismo, destacó las “buenas perspectivas” de colaboración en áreas como energía, transporte, logística, sanidad y la industria farmacéutica.

Por su parte, Nicolás Maduro expresó su gratitud hacia Rusia y reafirmó su compromiso con el fortalecimiento de la alianza. “Estoy seguro de que este acuerdo permitirá que nuestras relaciones florezcan”, declaró. También aprovechó su visita para rendir homenaje al pueblo ruso por su papel en la Segunda Guerra Mundial, destacando el sacrificio de 27 millones de ciudadanos soviéticos para derrotar al nazismo.

Maduro participará en las celebraciones por el 80 aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi, reafirmando así los lazos históricos y simbólicos entre ambas naciones. Su presencia en estas conmemoraciones no es nueva: en 2015 también asistió a los actos por el 70 aniversario de la misma efeméride.

Este nuevo acuerdo se enmarca en un contexto geopolítico en el que Rusia refuerza sus alianzas con países latinoamericanos frente a las sanciones occidentales, mientras que Venezuela continúa buscando socios estratégicos fuera del eje tradicional estadounidense.