La NBA despide a uno de sus entrenadores más emblemáticos. Gregg Popovich, quien durante 29 temporadas lideró a los San Antonio Spurs y los llevó a lo más alto del baloncesto mundial, anunció este viernes 2 de mayo que dejará su cargo como entrenador en jefe de la franquicia texana.
Con 76 años y después de haber sufrido un derrame cerebral en noviembre pasado, Popovich ha decidido poner fin a su carrera en el banquillo, aunque continuará con los Spurs en el rol de presidente de operaciones deportivas.
“Aunque mi amor y pasión por el baloncesto siguen intactos, he decidido que es momento de dejar el cargo de entrenador”, afirmó Popovich en un comunicado difundido por el equipo. Su legado queda marcado por un récord de 1,422 victorias en temporada regular, la mayor cantidad en la historia de la NBA, y cinco campeonatos conquistados en los años 1999, 2003, 2005, 2007 y 2014.
Desde que asumió el mando en la temporada 1996-1997, Popovich transformó por completo la identidad de los Spurs. Bajo su liderazgo, la franquicia construyó una cultura de disciplina, trabajo en equipo y excelencia. Su dirección fue clave en el desarrollo de grandes figuras como Tim Duncan, Tony Parker, Manu Ginóbili, Kawhi Leonard y, más recientemente, el fenómeno francés Victor Wembanyama.
Además de su exitoso paso por la NBA, Popovich dejó huella a nivel internacional, llevando a la selección de Estados Unidos a ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Tras su derrame cerebral, ocurrido el pasado 2 de noviembre antes de un juego contra los Minnesota Timberwolves, Popovich se apartó indefinidamente del banquillo por razones de salud. Durante su ausencia, Mitch Johnson asumió de forma interina la dirección técnica.
El anuncio marca el cierre de una era dorada en la NBA, pero también el inicio de un nuevo capítulo para Popovich, quien seguirá influyendo en la organización de los Spurs desde las oficinas, con la misma visión estratégica que lo convirtió en uno de los entrenadores más respetados en la historia del deporte.
