Robert Sarah, el cardenal africano que podría convertirse en el próximo Papa 

Robert Sarah, el cardenal africano que podría convertirse en el próximo Papa 

Robert Sarah, el cardenal africano que podría convertirse en el próximo Papa  Robert Sarah, el cardenal africano que podría convertirse en el próximo Papa .

Tras el fallecimiento del papa Francisco, el Vaticano se enfrenta a una nueva etapa de incertidumbre y especulación en torno a quién será el próximo líder de la Iglesia católica. Entre los nombres que más fuerza han cobrado en las últimas horas se encuentra el del cardenal Robert Sarah, una figura emblemática del ala más conservadora del catolicismo, conocido por su férrea defensa de la ortodoxia y su oposición a varias reformas impulsadas por el pontífice saliente.

Nacido en Guinea en 1945 y ordenado sacerdote en 1969, Sarah ha recorrido una larga trayectoria dentro de la Iglesia. Fue nombrado arzobispo por Juan Pablo II en 1979 y creado cardenal en 2010. Su papel dentro de la Curia romana alcanzó un nuevo nivel cuando el propio Francisco lo designó prefecto de la Congregación para el Culto Divino en 2014. Sin embargo, su relación con el papa argentino fue tensa debido a sus posturas opuestas en temas sensibles como el celibato, la comunión para divorciados vueltos a casar y las uniones homosexuales.

Uno de los episodios más controvertidos en esta pugna doctrinal se dio en 2020, cuando Sarah publicó junto al papa emérito Benedicto XVI el libro Desde lo profundo de nuestro corazón, en defensa del celibato sacerdotal. La publicación, en medio del debate sobre la ordenación de hombres casados tras el Sínodo de la Amazonía, generó una tormenta mediática y eclesiástica, obligando al papa emérito a pedir que se retirara su nombre del proyecto.

Ahora, a sus 79 años —al borde del límite de edad para participar en el cónclave—, el nombre de Sarah resurge como uno de los posibles sucesores de Francisco. Si fuera elegido, se convertiría en el primer Papa africano y de piel negra, un hecho histórico en la Iglesia católica.

El interés creciente en su figura también ha revivido teorías esotéricas, como una profecía atribuida a Nostradamus que menciona a un “Papa negro” como señal del fin del mundo. Aunque estas interpretaciones son tomadas con escepticismo dentro de la Iglesia, reflejan la carga simbólica que conllevaría una elección de este tipo.

Sarah no es el único cardenal africano considerado papable. También destacan Peter Turkson, de Ghana, con posturas más progresistas, y Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa, alineado con Francisco pero crítico de algunas decisiones recientes, como la bendición a parejas del mismo sexo.

En un contexto donde la Iglesia debate entre continuidad y cambio, la eventual elección de Robert Sarah enviaría una señal clara de retorno a la tradición, fortaleciendo a los sectores que piden una liturgia más solemne y un catolicismo menos permeable a las corrientes modernas. Sea cual sea el desenlace, el cónclave que se avecina marcará un punto de inflexión para el futuro espiritual, moral y político de la Iglesia en el siglo XXI.